sábado, diciembre 31

Liliana Lukin- De La Ética demostrada según el orden poético



















De La Ética demostrada según el orden poético


(Ediciones La Cebra, 2011)









































foto: Liliana Lukin (archivo)





Demostración

(habla Baruch de Spinoza)



Sueño con una puerta:

armo mi cerrojo

como una llave.

Como en todos los

bellos sueños humanos,

la puerta da a un jardín.

Pero mi llave abre hacia

adentro, donde solo

hay sombra, perfume y rumor

de hojas y de viento.

Yo que he sido

echado, expuesto, amo el resto

de luz que hace posible

ver el jardín donde no

hay un jardín: amo

mi arrojo, mi cerrojo,

el peligro del texto

concebido.


Escolio:


Sueño con pertenecer. Yo,

que nada tengo, a quien nada

pertenece, he sido arrojado.

Amo mi arrojo,

ese acto contra mí

ha hecho de mí lo que soy:

un artífice

que documenta la visión:

un revelador y un

rebelado.



Sueño con ser

recibido,

que mi madre

tome mi rostro entre

sus manos y no pueda

dejar de llorar.

Sueño con perder

el miedo como se pierde

el amor: practicando

su falta.



Sueño con volver

al regazo aún atroz

del mundo,

con los libros que he

escrito, carne de mi carne,

dentro

del saco, como

almohada:


Yo, que he sido

puesto fuera, temido y

desoído y siempre a punto

de caer, cuelgo

del hilo de mi razón

como de la cuerda

el ahorcado:

soy mi razón y mi cuerda.


Sueño con dejar

palabras en el oído

de un niño: quién

podrá decir que no

dije lo que pensaba y

amé y entregué y cuidé

mi pensamiento

como un padre ?


Sueño con una puerta:

armo mi cerrojo

como una llave.

Como en todos los

bellos sueños humanos,

la puerta da a un jardín.

Pero mi llave abre hacia

adentro, donde solo hay

sombra, perfume y rumor

de hojas y de viento.


Yo que he sido

echado, expuesto, amo el resto

de luz que hace posible

ver el jardín donde no

hay un jardín: amo mi arrojo,

mi cerrojo, el texto

en el peligro

concebido.




IV


Con una marca de tinta

señalo las puertas

de los sueños no cumplidos:

años de tinta, tiza, carbón,

años de sueños señalados.


Cuando duerma

otra vez, las ideas bailarán

alrededor de una mesa

la danza de los apenas

satisfechos.


Al despertar abriré,

apenas tocando, lo marcado

y gritará: una rajadura

basta para entrar

al paisaje de lo incompleto.


Y estaré cansado,

no como quien trabaja

en un sueño,

no como quien insiste

dibujando detalles de un tapiz

para no corromperse

en lo quieto de haber visto,

sino agobiado,

como quien pone los platos

que faltaban

en una mesa interminable

y no tiene platos

ni pan,

sólo puertas.
















V


Si lograra dormir,

profusas imágenes en movimiento

darían plenitud

a la cosa soñada.


Como una mesa sucia

donde han comido los amigos

la escena se expandiría

hacia los bordes: todo mesa,

todo sucio de haber saciado,

todo mantel el mundo.


Pero estoy despierto

y los niños me miran

porque canto, lloro,

bailo en círculos cada vez

más grandes

e inmerso en la pena

entro en la oscuridad.






VI


Sueño con voluntad:

mis sueños como una maqueta

de vidas por armar,

diseñados con materias probables,

equilibrios frágiles y torpes,

razones intercambiables.


Planos de planta,

dibujitos habitables

por los excesos y

la precariedad: telas,

vidrio, papel,

generosidades, honestidad,

obstinación.


En mis sueños,

toda vida así construída

encuentra su arquitecto

y su felicidad.


(c) Liliana Lukin


Buenos Aires



Acerca de Liliana Lukin:






Liliana Lukin nació en Bs. As., en 1951. Publicó los libros de poesía: Abracadabra , Ed. Plus Ultra, Bs.As.,1978; Malasartes , Ed.Galerna, Bs.As., 1981, Descomposición , Ediciones de la Flor, Bs.As.,1986; Cortar por lo Sano, Ediciones Culturales Argentinas, Bs.As., 1987; Carne de Tesoro, Editorial Sudamericana, Bs.As, 1990; Cartas , Ediciones de la Flor, Bs.As., 1992; Las preguntas, Ediciones de la Flor , Bs.As., 1998; retórica erótica , Ediciones Asunto Impreso, Bs.As., 2002; Construcción comparativa, Alción Editora, Córdoba, 2003; Teatro de Operaciones. Anatomía y Literatura, Ediciones en Danza, Bs.As., 2007; Obra reunida.1978-2008, Ed. del Dock, Bs.As., 2009; Libro de buen amor, CILC Ediciones, Bs.As. 2010 y La Etica de Spinoza, Ediciones La Cebra, Bs.As., 2011.
Recibió entre otros el Primer Premio ECA, Sría. de Cultura de la Nación, 1985, Mención Especial en los Premios Nacionales de Literatura 87/88, Sría. de Cultura de la Nación, Premio Fundación Antorchas, 1989 y la Beca del Fondo Nacional de las Artes, 1997.
Su obra está incluida, entre otras, en: La nueva poesía argentina, por Leopoldo Castilla, Ed. Hiperión, España, 1987; Coloquios del Oficio Mayor, por M.A. Zapata, revista INTI, Brown University, 1987/88, EEUU; Poesía Hispanoamericana: territorio actual, por Julio Ortega, Ed. Pequeña Venecia, Caracas, 1993; Se miran, se presienten, se desean: el erotismo en la poesía argentina, por Rodolfo Alonso, Ed. Ameghino, Bs.As., 1997; Poesía argentina 2000, Cuadernos del Matadero, dirigidos por David Viñas, U.B.A., Bs.As., 1999; Argentina Fin de Siglo, por Rodolfo Privitera, revista INTI, Brown University, EEUU, 2001; Erótica argentina, por Daniel Muxica, Ed. Manantial, Bs.As. 2001; Poetas argentinas (1940-1960), por Irene Gruss, Ed. del Dock, Bs.As. 2006 y 200 años de poesía argentina, Ed. Alfaguara, por Jorge Monteleone, Bs.As. 2010.
Sus textos han sido traducidos al francés, alemán, portugués y catalán, y publicados en medios del país y del exterior desde 1975. Ha participado en lecturas y festivales de poesía, invitada por instituciones del país y del exterior.
Durante 1988/89 fue Asesora Literaria del Centro Cultural Gral. San Martín, organizó el Foro de Literatura Contemporánea y el Primer Foro de Cine Argentino. Desde 1988 hasta 2001 organizó para Clarín XIII Encuentros de Escritores, y editó los correspondientes “Cuadernos de Narrativa Argentina”, con los que realizó más de 100 talleres de crítica literaria y promoción de la lectura y viajó en 1991 a 9 Universidades de EEUU invitada con ese material. Coordinó desde 1978 a 1989 talleres de escritura, realizó performances integrando la literatura a otras artes desde 1984, y entre 2003 y 2005 fundó Centroimargen, un centro cultural donde fue curadora.
En 2009 y 2010 fue invitada a dar Seminarios sobre “Representación del cuerpo en la tortura y represión en la narrativa argentina 1960-2000” en la Universidad Hebrea de Jerusalén y en la Universidad Autónoma de Barcelona, respectivamente y en 2011 viajó con un grupo de poetas a Francia invitada por la Universidad de Poitiers y la Embajada Argentina en París.
Egresada de Letras de la U.B.A., es docente en Crítica de Artes del IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte), donde organiza desde 2007 las “Jornadas Cuerpos Argentinos”, y desde 2005 coordina la Clínica de escritura poética de la Biblioteca Nacional de Argentina.
Su trabajo sobre estos temas pueden consultarse, al igual que sus ensayos, compilaciones y curadurías literarias, en su sitio web: www.lilianalukin.com.ar

viernes, diciembre 30

Patricia Schaefer Röder
















































mariposa nocturna


soy una mariposa nocturna

que vuela directo

sin escalas

a la fuente de luz

brillante

intensa

que hay en tu alma.

avanzo veloz

sin frenar

sin pensar

no quiero hacerlo.

perdí el control

en realidad me deshice de él

al fin.

no lo necesito

ni lo deseo.

me acerco

cada vez más

mis alas baten el aire

que alimenta ese fuego

inacabable.

me lanzo

segura

embriagada de ti

para quemarme entera

inevitablemente

masoquistamente

divinamente.

entonces

somos un solo ser

pura energía

luz y calor

…amor.



©Patricia Schaefer Röder

Puerto Rico


http://patriciaschaeferroder.blogspot.com

jueves, diciembre 29

Proyecto de la SADE: Tristeza e indignación

Estimadas amigas y amigos:

los invito a leer un artículo sobre un proyecto de la SADE del cual tuve conocimiento en el día de hoy y mi respuesta.

http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/2011/12/proyecto-de-la-sade-tristeza-e.html

cordialmente.

Araceli Otamendi
directora-editora

martes, diciembre 27

La poesía en el sentimiento de Javier Claure - Marlene Durán Zuleta


















foto:Javier Claure


















































(Oruro) Marlene Durán Zuleta

Quien escribe poesía ha de tener no solo la palabra, la estrella, la memoria, también el corazón encendido que latirá con emoción y retratará en cada escrito, su alegría y nostalgia.
Javier Claure Covarrubias, afincado en Suecia desde hacen más de tres lustros, realizó estudios de Matemáticas e Informática, en la Universidad de Estocolmo y de Uppsala. También obtuvo una Maestría (Pedagogía) en la Universidad de Estocolmo. La distancia lo envolvió en sueños, el amor, viajes cortos y largos para conocer y valorar esa parte del país nórdico, África, Europa y Latinoamérica.
Es poeta, su itinerario no solo son los números, la máquina, los trenes o aviones. Prolonga su tiempo y rompe la monotonía de los inviernos para acumular en la geografía del mundo una paz limitada por los ruidos y un recuento de vigilias, amplía su horizonte e identifica la mística de la lectura como signo de esperanza.
Es miembro de la Sociedad de Escritores Suecos, ejerce el periodismo cultural. Fue uno de los organizadores del Primer Encuentro de Poetas y Narradores Bolivianos en Estocolmo 1991, donde la invitación fue para Alberto Guerra, Homero Carvalho y otros vates, el viaje se extendió hasta Italia siendo la anfitriona Elda Cárdenas.
Fue parte del cuerpo de redacción de las revistas "Contraluz" y "Noche Literaria". Algunos de sus poemas, han sido seleccionados en antologías de Suecia.
Luis Andrade poeta boliviano, en el prólogo del libro "Extraño Oficio", de Javier Claure Covarrubias hace una síntesis de la obra, valora la sensibilidad, resalta que en ese extraño oficio de escribir, tan intimista, hay escritos de poesía amatoria.
El poema titulado "12 del día", es la rememoración cuando su madre fallece, víctima de un accidente, (las aceras están eternamente llenas, no de personas, sino de cajas, es cuando el transeúnte se vuelve huérfano de protección e inevitablemente debe caminar sin la vereda), entonces Javier Claure se hunde en su pena y musita:

…era mi madre la que puso
su verdadera historia de amor
era ella la que tejió
con pulso de primaveras, de lluvias y vientos
que adornaban mi infancia y juventud.

Mi madre murió
bajo la quietud de un gris otoño
entre murmullos y melancolías
que cruzaban un día anochecidos;
¿saben ustedes señores

por qué el tráfico parpadea
con siniestras pestañas?

Permanece en la memoria, su ser amado, indeleble en el tiempo, cuando sus latidos fueron súbitamente silenciados y reza:

Mi madre cerró los párpados
en un abrir y cerrar de ojos
para reconciliarse en el eterno sueño,
desde entonces
la casa está vacía…
y un inmenso árbol
creció en el camposanto.

Para Javier Claure, este "extraño oficio" pero necesario motivo de transmitir a través de los escritos y sus sentires, remarca sobre la poesía:

La poesía no es una flor desencajada en el espacio
La poesía es un tablero que pone en jaque a los corazones.

La distancia no ha sido impedimento para que el vate orureño, siga escribiendo poesía, que continúe cultivando ensayo con el periodismo cultural. Es destacable que en algún instante su nostalgia se convierta en alegría y esperanza.



(c) Marlene Durán Zuleta

Oruro

Bolivia
Marlene Durán Zuleta es poeta, escritora y compositora


nota publicada en el periódico La Patria, de Oruro, Bolivia. Enviada a esta redacción por el escritor Javier Claure, se publica con autorización de Javier Claure. Foto: Javier Claure publicada con autorización de Javier Claure.

jueves, diciembre 15

Albin Lainez
















































Aprehender el viento


aprehender el viento de

las estaciones una tras otra

con tu risa aleteando

así de cerca

Escuchar la caricia

que flota adónde

y envuelve tan justa este

nimbo con que yerro

Sentirse

en carácter manifiesto

partícipe de cuanto

el camino proponga

para el fervor

Amar

que significa principio

donde partir hacia algo mejor

Quiero decir

hacerse cargo de todo aquello

a disposición durante el tránsito

sin perder el buen humor

ni la libertad indispensable

tanto aquí como del otro lado.

(c)Albin Lainez

Luis Guillón
Provincia de Buenos Aires


Albin Lainez, "cuento y descuento cincuenta y seis desde que ví luz y entré. Soy poeta, pero me le atrevo a la prosa de vez en cuando. Concurro a un taller literario en Monte Grande, desde que no me salía barba. Resido en Luis Guillón, Buenos Aires. Tengo blog arlane-simbionte.blogspot.com "






imagen: Poemas y cuentos a volar(c) Revista Archivos del Sur - archivo: Revista Archivos del Sur

domingo, diciembre 4

Jorge del Río - Hambre tardío
































Hambre tardío






Danza y Niebla


Luna nevada de las madrugadas


Por ahí el tiempo estuvo habitante


El tiempo y los trapos que se

enajenaron conmigo


Mi cuerpo botado en la ciudad


Mi discurso encadenado en los cerros


Mi canto el sepulcro de los distantes


La humedad bebiéndose mis sueños

con todos los segundos sedentarios


Danza y Niebla


Huella descalza en el infinito


Esquina de marea horizontal


De marea y holocausto desapercibido


Mi alma vieja


Mi alma extraña


De los hombres exenta por un hilo de

luz desahuciada


Mi razón perdida


Perdida entre la razón de los razonables


Perdida en el centro de la oceanía


Como un vértigo insalvable

vomitan mis entrañas



Es la materia de los materiales

Mi razón extraviada apareciéndome


Danza y Niebla


Tormenta de bella locura


Polvo y Ceniza y Seducción


Espejo de ánimas y pergaminos


Relámpago en los ojos míos

enfermos de brillo


Transparencia iracunda


Vertiente de mi paraíso indomable

Tengo afortunadamente mi razón perdida


Y afortunadamente sueño en el

arroyo de los planetas


Se me va la vida por los cauces de

mis aguas saladas


Siento el puñal bailando en la

bruma tuya


Todo se hace inmemorial en esta

desmayada agonía


En el efímero rincón donde mis

ojos encuentran las rodillas


Donde ahí sucumben los surcos

cotidianos en una sola llaga incolora


Y me hago quema de varillas impotentes


Y cicatriz de cal en mi suelo debilitado


Adoro la soberanía del cansancio


Su huella en mi llanto


La lujuria de su brutalidad distraída


Adoro la carga durable de su

insistencia cayendo de a ratos


A ratos de miedo y a ratos de

fuego sobre mis párpados


En los collares finalizados por el

resquicio del mestizaje


Allí el cansancio se torna moreno

entre el desenfreno y la sensatez


En el equívoco de un limbo tedioso


Adoro el espíritu y las manos

libres de sombra


Adoro el vacío de los sumideros de piedra


Adoro tu abismo de miel


La distancia de un grito mudo

y su presencia en el aborto

interminable de los estrépitos

He sido el invasor de los misterios

inefables


El de la médula vestida de perfume sordo


El invasor de la intimidad

vejada por mis estrellas desquiciantes


El de tu sigilosa embriaguez y

de la historia


El de los temblores permanentes que

no mueren con la muerte


Adoro penetrar en el nacimiento de

los otros y en mi nacimiento


En la súplica inicial de sus instintos


En la carne desposeída de conceptos


En el faro de la tiniebla

escondido tras el rostro de un lucero


Adoro penetrar en las cenizas póstumas

de la ética


Y me hago impertinente desde el sumiso albedrío

escondido entre mis ojos y mis rodillas


Se me desborda todo margen de intensidad


Me disuelvo integro


Me derramo sobre los charcos

volubles con mi antorcha en el

pecho y los ensamblados delirios

de mis labios semejantes


Cómo quiero ser la lluvia negra

que anda por adentro de los ciegos




Y agonizo


Agonizo como los atardeceres


Y así mi cuerpo cae inerte


Por fin habrá muerto con los

violines de la aurora


Y la vida


La vida colgábase de una estrella

esperando la noche


Dependía de un solo zumbido


Del último hálito


De mi decisión obsesiva: El

individuo y su silencio


No sé si gané o estuve derrotado


No sé si mi pálpito debió ser el

de un hombre o quizá el pálpito

de las algas a la deriva en la resaca


No sé cuán fuerte fue mi voz

en la tiniebla de tus entrañas


Ya no puedo saberlo


Tus manos habitantes cerraron la noche


Y mi luz perdió la vida definitivamente

He muerto tan desnudo como naci

Tan desabrigado como el otoño


En las avenidas y en los senderos.

estuvieron durmiéndose mis vestidos



Con cada minuto su infamia

cayendo junto a las lágrimas


He muerto mísero y despedazado


Con la debilidad sustentada en mi

pecho muerto y desvestido





Tus vísceras habitante de mi hombro sujetas


Tus ojos volcados en otros destinos diferentes


Mi beso hambriento ya olvidado en tu savia


Has muerto conmigo en un solo trozo


Apartándote de mis pasos


Entrando en la rueda de los asfaltos


En el vino de las fiestas


En la ironía vil de los bufones


Has muerto engalanado de bellos ropajes


Con la caricias de los saxofones

en tu ebriedad


Con el tono agudo evadiendo verdades

Con el sello superficial de las

cortezas en tu mente profundizada


Hemos muerto habitante


Hemos muerto a merced de los lobos solitarios


De mí comerán el despojo y las

cenizas residuales


De ti las lavandas y trufas brillantes


Despreciarán mi grito los demonios

Y los ángeles cantarán en el tuyo


Sin embargo


Mi sangre por los ríos del tiempo

fluirá nuevamente


La tuya quedará atrapada en los

cementerios de fino mármol


Y me voy


Me voy con los pelícanos que huyen

de la tarde


Con las costillas afirmando mi pena

y sus pasos de grillo


Busco a los oídos muertos por la oquedad


Busco la niebla en la voz distante

de los lomajes

Y la mano ausente que dejó de ayudarme


No encuentro la pulpa que me

extrajeron los aprendices

Me soy al lugar ignorado por mis sudores


Al deshielo de los infames


Hacia adentro por las heridas


Me voy con los pelícanos que huyen de la tarde

llevándome sus alas nocturnas

a donde ya no puedan

verme con mi desnudez


Y dejo aquí mis pálidas vestiduras


Y dejo también mi intelecto


En mi sombra dormirán mis hijas


Atadas por el instinto impermeable de mi verso


Y con ellas brotará la madrugada

Tal vez en un murmullo apasionado del sol


Dejo aquí a mi padre y a mi madre

Al padre y a la madre que soy o que puedo ser


Dejo a la amante de mis orillas

entre las sábanas y el olor a tempestad


Dejo el aire encinto

para que abierto nazca todo lo que

queda de mí


Hambre tardío


Mi último soplo


Dejo la vida afuera como las

gaviotas su aleteo taciturno


Después del amanecer he muerto


Antes de la última hora


Con una orquesta de clavos riendo en

mis costillas


Crucificado entre los extremos del

alba y su boca


He muerto


Ya no me quedan palabras


He muerto tan desnudo como nací

Tan desabrigado como el otoño




Mi alma ha salido


Me ha dejado en la cárcel de mi cuerpo


Soy ahora un millón de semillas

deambulando en otras arterias


Oh Hambre tardío


Mi respiro está multiplicado


El cuerpo me sobra como un lienzo


La piel se ha descolgado de mi entereza


Ya no vivo como las sierpes


Ya no vivo para los otros minerales


Estoy tan adentro de la vida


Tan afuera del precepto


Tan a era de la corriente que nos

roba el musgo y la danza


Tan adentro del instante y de la eternidad


Estoy tan exhausto


Tan rebelado


Tan dividido entre el aire el mar

y la tierra de la constancia


Tan enajenado como mi reciente

respiro terminal


Dónde estás semejante


Dónde tu miedo y tu orgullo


Dónde con mi abandono


Dónde las enormes primaveras que prometiste


Dónde los tambores de la prosperidad


Dónde están los labios que besaron

mi humildad


Dónde has sepultado la decadencia mía

que te ama


Y mi verso


Y mi pasión


Y mis ojos afilados


Y mi pobreza


Dónde botaste el fruto de las amapolas


Dónde mi palabra escupida


Dónde los momentos que sobrevivieron

a mi locura


Dónde mutilaste mi silencio y el

tuyo junto al mío


Dónde las gruesas horas de la lluvia


Cómo me duele la fábula


Cómo te pediré perdón por no haber

fallecido entonces cuando hube de nacer


Cómo quiero volar en un sueño

desde los campanarios ensordecedores


Y patibulario


Y flor de magnolio


Y sonata de mariposas


Purga de inocencia


Amor exacerbado en mis pómulos


La nada de pie sobre la

espátula de los segundos


Oh alarido de la tranquilidad


La niñez cual flecha desquiciada


El llanto encinto al despertar


Y sobre los árboles sólo huele

a viento de mediodía


La flama descansa detrás del humo ocurrido


Un paso y otro paso al desvelo


La distancia herida


Los caracoles


Su útero y mi moho estancado

en su cofre



Las sábanas arrugadas del desierto

donde viví y amé


Las ágatas caídas desde sus alas


El halcón celoso de su reino


El canto final


Oh Canto tardío como el hambre


Canto de las araucarias y de los

arrayanes de mi balcón


Olor de los espinos quemándose de soledad


Madera turbulenta adentro de mis

brazos aturdidos


Oh ceguera y plumaje


Y pena constructora de vertientes


Y suave navío de los horizontes


Cómo me duele la muerte que

me sonríe


Si sólo no te hubieses ido

La tierra seria azul y cada habitante una estrella


Sin el duende todo se parece a las cenizas


Cómo quiero que vuelva mi espíritu libertario


Si sólo no te hubieses ido


Si sólo la magia se hubiese

mojado de fraternidad


Si sólo hubieses permanecido en mis

huesos por otro siglo


Si sólo me hubieses rescatado de

la ávida modernidad


Sentada tu silueta en el escaño del parque infinito

ella me verá pasar sobre las

hojas del próximo otoño


Y llevarán bufanda las esculturas

rayadas de fierro


Y yo un carruaje desangrado en

mis pestañas


Debo a lo que vendrá del futuro

toda mi antigüedad decapitada


Y a la industria

todas la bellas piedras y los

listones secos de la melancolía





(Año 1993





9 página 111)





(c) Jorge del Río



Santiago de Chile








Acerca del autor:

Jorge del Río; poeta nacido en Santiago, 1955. Miembro de la Sociedad de Escritores de Chile,actualmente es Director de la Fundación Gonzalo Rojas. Ha participado en numerosos encuentros, presentaciones y lecturas poéticas de diversa índole y con distintos poetas nacionales y extranjeros. Sus obras publicadas son: Tiempos de Ensueño, 1986; De los Oleajes, 1988; Adiós a los Años duros, 1991; Hambre tardío, 1993; Los Poemas del Insomnio, 1996; Vuelvo al Origen, 1999; Y Soy de la Muerte, 2001; y "los Poemas del callejón de Adentro", 2004.

sábado, diciembre 3

Ana María Manceda - Vivir en la Patagonia









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Vivir en la Patagonia


















Ayer he comido cerezas y soleadas frutillas con Vientos del bosque


Hoy he bebido nieve granizada con Cenizas del Puyehue.


Mañana las lágrimas no empañaran mi mirada y sé


que podré observar el turquesa del Lago


cuando éste se acople en una entrega sensual e infinita


más allá de la Cordillera, con el rojizo horizonte.


(c) Ana María Manceda


San Martín de los Andes


Provincia del Neuquén

jueves, diciembre 1

Verónica Klare - La siguiente estación




























La siguiente estación


Dicen que huyo

Que aún no llego o que ya he partido

Porque no me encuentran

En un ahora y aquí.


Dicen ¡Ahora!

Yo digo pasado o futuro

Del eterno presente

Tan sólo otro andén.


Dicen ¡Aquí!

Yo digo el aquí ahora es allá

En la rueda del tiempo

La siguiente estación.


¡Le alcanzaremos! –escucho decir

Y yo tantas veces los he visto pasar

El desencanto me inunda

Dejo mi sombrero en un ahora y aquí.


Dirán ¡Entonces ha muerto!

Yo digo ¡Mil veces y nunca!

Con un nuevo sombrero

Asomará mi alma otra vez.




(c)Verónica Klare

Santiago de Chile


Verónica Klare es chilena. Ingeniera Comercial. Ha publicado en revistas literarias de Chile y México.