domingo, julio 8

Idea Vilariño y Juan C. Onetti - Un amor apasionado

(Montevideo) Magda Lago Russo


“Sola, sola y triste, lejos de todas las almas,

de todo lo tierno, de todo lo suave”

Idea Vilariño






Idea Vilariño nació, el 18 de agosto de 1920 en Montevideo, Uruguay. Fallece el 28 de abril de 2009. Fue poetisa, ensayista, profesora, traductora, crítica literaria y una figura emblemática de la generación del 45 a la que pertenecen también Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Carlos Martínez Moreno, Ángel Rama, Carlos Real de Azúa, Carlos Maggi, Mario Arregui, Amanda Berenguer, Emir Rodríguez Monegal, y José Pedro Díaz entre otros.

Entre sus obras se destacan “La Suplicante” (1945), “Cielo cielo”(1947), “Paraíso Perdido” (1949), “Nocturnos” (1955), “Poemas de amor” (1957), entre otros. Se inicia poéticamente con un cuaderno: “La suplicante”; en 1947, aparece una nueva recopilación de poemas firmado “Idea” (Sólo en 1949 aceptaría firmar con el nombre completo) y que contiene méritos y logros muy similares a los del álbum anterior.

En 1947, tras cinco poemas: “Cielo y cielo”, que servirán de introducción al mundo sombrío de sus creaciones mayores. En 1949, agrega un poema: “Paraíso perdido” a las anteriores entregas de poemas y se instalará así, en el libro “Paraíso perdido”, la poemática dolorosa y angustiante de Idea.
En 1950 y 1951, editará dos veces: “Por un aire sucio”. Y en 1955, su libro más importante: “Nocturnos”, que se reeditará nuevamente en 1963. , Idea Vilariño ha construido una obra por la que está reconocida como una de las mayores poetas vivas de la lengua española.
El paraíso perdido de la infancia, la desolación amorosa y el sufrimiento por el paso del tiempo se convierten desde sus primeros poemas en los ejes de una obra que tiene una de sus cimas en sus Poemas de amor (1957), dedicados a Onetti:



Amor

desde la sombra

desde el dolor

amor

te estoy llamando

como la muerte

amor

como la muerte.



Amarga y desvalida, apasionada, la de Idea Vilariño es una poesía potente e interrogativa, elaborada con recursos verbales escuetos en los que la queja existencial, profunda y sombría se expresa a través de un nivel muchas veces humilde y coloquial.
Sus poemas son una pregunta constante en la soledad de la noche sin nadie, una indagación en los límites hecha con un tono directo e imprecatorio que la acerca en seguida al lector por su tensión apasionada y su proximidad expresiva.
Dos experiencias traumáticas, la de la enfermedad que está en la raíz de Por aire sucio, y las explosivas relaciones con un Onetti imposible, marcan una obra poética que tiene su eje en el desgarramiento y la soledad, en el cruce del dolor y el amor, de la pasión y la muerte, y –pese a todo- una admirable contención expresiva:

No sabré dónde vives

con quién

ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca

como esa noche

nunca.

No volveré a tocarte.

No te veré morir.

La conciencia de los límites, el tiempo y el amor, la vida y la muerte vertebran la tensión lírica del universo poético de Idea Vilariño. En Verano, el primer poema de su primer libro, La suplicante, escribía:

A orillas del amor, del mar de la mañana,

en la arena caliente, temblante de blancura,

cada uno es un fruto madurando su muerte.



Los "Poemas de Amor" de la legendaria poeta uruguaya tienen nombre y apellido: Juan Carlos Onetti. La historia de ese libro, la pasión que lo gestó, se remonta a Montevideo a comienzo de los años cincuenta. . Al fin y al cabo uno y otro eran el centro y epicentro de círculos intelectuales que ya los habían llevado poco menos que a los terrenos de la leyenda. Ella hierática. El, maldito. La pareja perfecta. El encuentro debió ser en un café del centro de Montevideo. La historia de lo que ocurrió entonces fue referida por Vilariño a María Esther Gilio y Carlos M. Domínguez en la biografía que ambos periodistas publicaron sobre Onetti (Construcción de la noche, Planeta 1993): 'Estaba seduciéndome a fondo con lo mejor de sí mismo y tanto que yo me quedé convencida de que aquello era la séptima maravilla. Esa misma noche me enamoré de él. Me enamoré, me enamoré, me enamoré” Pero el encuentro definitivo demoraría algunos meses más. Mientras tanto cultivaron una correspondencia en la que se trataban ridículamente de Usted tomándose algunas licencias: “Pasó el verano y no viniste”, se atrevió a reclamar la Vilariño. De allí a lo inevitable: fueron amantes marcados por explosivas rupturas y reconciliaciones. “Es el último hombre de quien debí enamorarme porque éramos lo más imposible de ligar que había. Nunca entendió el ABC de mi vida, nunca me entendió como ser humano, como persona. Y así teníamos nuestros grandes desencuentros. Si yo hablaba de algo sumamente delicado él me salía con una barbaridad. Decía cosas que me hacían echarlo, imposibles de soportar. Todavía me pregunto por qué aguanté tanto, por qué volví tantas veces. Nos peleábamos y volvíamos a juntarnos, lo echaba, regresaba Una noche me llamó desesperado para que fuera a verlo. Yo estaba con alguien que me amaba y lo dejé por ir a pasar una noche con él. Y recuerdo que lo único que hicimos fue ponernos de espalda, leyendo un libro él, y yo otro. A la mañana siguiente le agarré la cara y le dije: sos un burro Onetti, sos un perro, sos una bestia. Y me fui”



(Carta II)



“Estás lejos y al sur/

Allí no son las cuatro/

Recostado en tu silla/

apoyado en la mesa del café/

de tu cuarto/ tirado en una cama/

la tuya o la de alguien/ que quisiera borrar/

estoy pensando en ti no en quienes te buscan

a tu lado lo mismo que yo quiero.

Estoy pensando en ti ya hace una hora

/tal vez media/

no sé.

Cuando la luz se acabe/

sabré que son las nueve/

estiraré la colcha/me pondré el traje negro/y me pasaré el peine.

Iré a cenar/ es claro”



Relación definitivamente signada por el deseo, las aristas que pudieron o no construir aterrizaban en el sexo. A días y noches de encierro, sucedían meses sin saber nada uno del otro. Se mandaban al demonio una y otra vez. Un día –años después (1961) – las cosas fueron demasiado lejos. En esta ocasión la amenaza fue cierta: “Si te vas –alertó el escritor no me encontrarás a tu regreso”. Sin tomarse en serio el ultimátum, Idea se dirigió a una reunión: “Pero en cuanto pude me escapé y regresé a casa. Cuando vi la luz prendida pensé que estaba pero cuando abrí la puerta sentí como si me golpearan en el pecho. Había dejado una nota insultándome y diciéndome un montón de barbaridades. Y mis poemas, unos poemas de amor que le había dado, estaban arrugados y tirados a los pies de la cama”
Confinado a tres meses de cárcel por un problema con el gobierno dictatorial del momento y tratado poco menos que como un enajenado mental, a la salida de ese infierno recibió la visita de su antigua amante.
“Quedamos solos y callados. Callados. Pero yo no soy como entonces; algo aprendí; algo me enseñó el recuerdo; siempre sentí no haber tenido más madurez para tratarlo entonces. O es la diferencia entre estar y no estar enamorada. Nos moriremos sin aprender a hablarnos', pregunté. Siempre nos costó', dijo. Te acordás de aquella vez que llegaste, después de tanto tiempo y estuvimos veinte, treinta minutos sin hablar, sentados, yo en la cama y tú en la silla. Me inhibiste siempre en todo'. Sí', dijo. Tu también', dije. Una vez me dijiste que no podías comer ni hacer el amor ni... conmigo'. Sí', dijo. Y me miraba por momentos; por momentos volcaba la cabeza; se mordía el labios superior, con una expresión de impotencia, de desesperación? Así que yo no sé lo que es el amor. Vos sufrías de amnesia, evidentemente. La primera vez que entré a tu sala del Museo quedé loco por vos. Nunca entendí lo que me pasaba; pero estaba loco por vos'. Nunca me lo dijiste'. Nunca entendí aquel deseo de posesión, aquel afán dominador. (Yo no recordaba nada parecido). No te dejaba ir a clase (es cierto). No podía soportarlo. Y no se trataba de deseo; si no, no sentiría esta horrible ternura que siento por vos”

Escribe en “Poemas de amor”

Ya no será/ ya no/ no viviremos juntos/ no criaré a tu hijo/ no coseré tu ropa/ no te tendré de noche/ no te besaré al irme/ nunca sabrás quién fui/ por qué me amaron otros./ No llegaré a saber/ por qué ni cómo nunca/ ni si era de verdad/ lo que dijiste que era/ ni quién fuiste/ ni qué fui para ti/ ni cómo hubiera sido/ vivir juntos/ querernos/ esperarnos/ estar./ Yo no soy más que yo/ para siempre y tú/ ya/ no serás para mí/ más que tú./ Ya no estás/ en un día futuro/ No sabré dónde vives/ con quién/ ni si te acuerdas./ No me abrazarás nunca/ como esa noche/ nunca./ No volveré a tocarte./ No te veré morir/,

Es un amor ligado al desencuentro; dos que se despiden para juntarse; en medio de los abrazos ruedan palabras duras y filosas; pese a todo – aclara Idea – “fue el hombre más importante de mi vida”.
Cuando él murió, Idea escribió en su diario que ya sabía lo que iba a sentir, que lo había padecido en estos versos.

Diarios, 1994

Mayo 28. Él está internado, que está grave, que todo indica que esto es el final. Que no se dé cuenta. Nunca quiso ni pensar en la muerte. En un CTI. No sabe estar enfermo.

30. Llamo a Madrid pero sólo me atiende Paquita llorando. No hay esperanzas... Después me llamó Quela, me quedé llorando con desconsuelo. (...) Dicen que ya lo incineraron. Es un poquito de cenizas, todo aquel hombre, el amor mío.

Junio 94. (...) Cómo estoy. No puedo decir nada. No sé. No consigo entenderme con lo que me pasa. Comienzo por no haber sabido nunca cómo pude enamorarme de él; la mujer que era yo, la que soy, no hubieran podido amarlo. No. Si de todas maneras sucedió, qué tiene que ver el que era él entonces con él ahora. Nosotros y él padecimos. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, le dije en Madrid. Creo que bromeando. -Somos, me dijo serio, como reprochándome. ¿Somos? No sé. Y aún así, leyendo el poema: No te veré morir

Yo ya sabía todo, ya sabía esto. Los había padecido íntegramente en esos versos.



Bibliografía



Idea Vilariño La vida escrita. Adela Dubra. El País Digital. (Montevideo)

Idea: La vida escrita. Cal y Canto. Academia Nac. de Letras. (2007)

Idea Vilariño y Onetti, una pasión. Blanca Elena Pantín





(c)Magda Lago Russo

escritora

Montevideo - Uruguay

























miércoles, junio 13

Nina Silva











foto: Nina Silva


CERA VIVA

No tenemos la ortografía como testigo,
Nuestros cuerpos son ceras vivas
arcilla pura,
y nuestras almas reviven todo lo que era nuestro, que es nuestro.
El tiempo puede pasar
pero el conocimiento perfora la muerte y él está presente.
nuestros tambores se mueven
Dictan el ritmo de la vida cotidiana
El sonido es único dentro
Independiente de la nación, es África
Es vivir al toque
es vivir de boca,
es vivir de oído,
es vivir de los sentidos.
Necesitas carne fuerte para tomar la negritud de la piel,
necesitas mucho más que papel y tinta para dibujar nuestro camino,
necesitas de alma en los ojos para leer nuestra historia. "


****
ELLAS EN MÍ


Mis antepasadas ​​son de la bandeja, del tambor y de la cinta.
Adornos y signos, yo soy una aprendiz.
Es la cuna, los brazos y pechos, sin fin y sin tregua.
Experiencia en el dolor, la sabiduría, Sankofa feroz oso en el pensamiento, sobre los hombros soportan y traducen las historias.
Preciosa, preciosa, preciosa.
La perfección que una pintura no se puede reproducir, son las líneas de tejidos, órganos y las cicatrices que me representan.
Candaces, madres, bahianas, Unidad en mí, yo las reconozco y las celebro con una simple mirada en el espejo.
En mi lloro, en mi sonrisa, en mi respiración.
Lo sagrado en la carne, soy yo MUJER NEGRA divinidad.


(c)Nina Silva

Río de Janeiro


publicado en Negrafías,vol. 3



Nina Silva, Río de Janeiro, (Marina Barbosa da Silva).

Nina Silva se crió en Jardim Santa Catarina,la favela más grande de América Latina, en São Gonçalo, Estado de Río de Janeiro. Licenciada en Administración de Empresas y Licenciada en Sistemas de Información Gerencial, fundadora de la ONG "Estima", formado por mujeres de raza negra. En 2011 recibió "Mención de Honor" por el Ayuntamiento de Río de Janeiro, por su contribución en la historia de Mujeres Negras.

Como escritora publicó: antología Negrafías – volumen 03 en co-autorÍa com diversos autores afro brasileiros, editora Ciclo Contínuo (dezembro/2011), Autora de Incorporos – Nuances de Libido en co-autoría con Akins Kintê, editora Ciclo Contínuo (outubro/2011), Co-organizadora de la publicación: "Cada Fio uma História", já em sua 2ª edição pela Kitabu editora (julho/2010), Co-Diretora del film: Cada Fio uma História, 10min (2010), Diretora do vídeo: Escola - Série Re-visão de denúncia ao Racismo Institucional, 04min (2009), Cursos en las Universidade do Rio de Janeiro, Centro de Estudos Africanos e Afro-americanos (CAAAS), da Universidade do Texas em Austin.

Disertó en las V Jornadas Internacionales de Mujeres escritoras con la ponencia: “Mulheres Negras na Literatura Afrobrasileira”




miércoles, abril 25

Marossa di Giorgio - El erotismo no convencional por Magda Lago Russo

(Montevideo)

Marossa di Giorgio

Poeta uruguaya nacida en Salto en 1934. Inició su carrera poética en 1954 con su obra «Poemas». Desde 1978 se radicó en Montevideo. Su ascendencia italiana y vasca la convirtió en una poeta singular, cuya obra respondió siempre a las exigencias de su mundo interior, donde la naturaleza, la magia, la mitología y el misterio, se convirtieron en importantes protagonistas.
El conjunto de su obra, reunida en «Los papeles salvajes», se amplió con dos volúmenes que incluyeron «La liebre de marzo», «Mesa de esmeralda», «La falena», «Membrillo de Lusana» y «Diamelas de Clementina Médici».
Sus poemas y relatos fueron traducidos al inglés, francés, portugués e italiano.
Recibió importantes distinciones entre las que se destacan la Beca Fullbright y el Primer Premio del Festival Internacional de Poesía de Medellín en 2001.

Falleció en el año 2004.

Quizás era por su aspecto. Marosa siempre pareció una mujer exótica. Hoy, cuando se habla tanto acerca de la trasgresión en el arte y la literatura, Marosa era y sigue siendo la eterna trasgresora. Se maquillaba para corroborar esto. Se vestía por lo general con ropas oscuras y se pintaba los labios y las uñas con un color morado, casi negro, lo que le daba un aspecto surrealista. Ella sabía que su aspecto podía resultar extravagante pero también que no se trataba de “una cosa que elija, sino de un aura que, de a ratos, me causa desazón". Alguien la definió como “la luciérnaga transformada en bruja”, pero no por su aspecto, sino por su escritura. Su poesía es por sobre todas las cosas nostálgica y erótica. Durante muchos años, Marosa fue denostada por algunos círculos intelectuales por su escaso compromiso político. En sus trabajos hay, según ella, “una sexualidad salvaje y delicada, realizada y vivida en la escritura apasionadamente. Mi literatura es intensamente femenina: el signo sexual se perfila en toda obra sea del rubro que sea” Escribió los siguientes libros: Poemas, Humo, Druida, Historial de las violetas, Magnolia, La guerra de los huertos, Está en llamas el jardín natal, Clavel y Tenebrario, La liebre de marzo, Mesa de esmeralda, La Falena, Membrillo de Lusana. Alrededor de 1990, estos libros fueron reeditados en Montevideo, Editorial Arca, bajo el título general de Papeles Salvajes. También su obra ha sido editada en Venezuela, Francia, Israel, México y Argentina. Su recital Diadema, que incluye poemas seleccionados de todos sus libros, lo ha realizado en Israel, Europa, Estados Unidos y algunos países sudamericanos. Ha publicado también los libros de relatos eróticos: Misales y Camino de las pedrerías. Un 17 de agosto cuando Marosa Di Giorgio levantó vuelo, como predijo ella, cuando le preguntaron acerca de la muerte: “A ratos me parece que no existe. Me le huiré volando, con un vestido largo, verde, por arriba de las arboledas
Se seleccionaron poemas escritos en diferentes épocas. El formato se mantiene inmutable durante cuatro décadas, el pequeño poema en prosa (aunque niega escribir en prosa) o relato poético. Su primer libro, Poemas, es de 1954, con Papeles Salvajes de 1990 comienza a conocerse y a tener seguidores sobre todo entre la juventud.



POEMA X



Este melón es una rosa este perfuma como una rosa,

adentro debe tener un ángel

con el corazón y la cintura siempre en llamas.

Este es un santo,

Vuelve de oro y de perfume

todo lo que toca;

posee todas las virtudes, ningún defecto,

Yo le rezo,

después lo voy a festejar en un poema.

Ahora, sólo digo lo que él es:

un relámpago,

un perfume,

el hijo varón de las rosas.

(De "Magnolia" 1965)





ANOCHE, VOLVIÓ, OTRA VEZ...



Anoche, volvió, otra vez, La Sombra; aunque ya habían pasado

cien años, bien la reconocimos. Pasó el jardín, violetas,

el dormitorio, la cocina; rodeó las dulceras, los platos blancos

como huesos, las dulceras con olor a rosa.

Tomó al dormitorio, interrumpió el amor, los abrazos; los que

que estaban despiertos, quedaron con los ojos fijos; soñaban,

igual la vieron.

El espejo donde se miró o no se miró, cayó trizado. Parecía

que quería matar a alguno. Pero, salió al jardín. Giraba, cavaba,

en el mismo sitio, como si debajo estuviese enterrado un muerto.

La pobre vaca, que pastaba cerca de la violetas, se enloqueció,

gemía como una mujer o como un lobo. Pero, La Sombra se fue volando,

se fue hacia el sur. Volverá dentro de un siglo.

(De "Los papeles salvajes" 1971)





MI ALMA ES UN VAMPIRO...

Mi alma es un vampiro grueso, granate, aterciopelado. Se

alimenta de muchas especies y de sólo una. Las busca en la

noche, la encuentra, y se la bebe, gota a gota, rubí por rubí.

Mi alma tiene miedo y tiene audacia. Es una muñeca grande,

con rizos, vestido celeste.

Un picaflor le trabaja el sexo.

Ella brama y llora.

Y el pájaro no se

(De "Obra completa " 2005)



Escribir es para ella “todo”. Asegura que “todo lo que percibo de algún modo lo escribo”. No es cosa de querer dedicarse a escribir sino escribir porque se siente que a eso, a sólo eso, se ha venido al mundo”.

tiene sentido para ella son los encuentros internacionales de poesía que “promueven la calidez, la difusión, la intercomunicación y la proximidad con el público”. Contó que en un encuentro que se realizó en Medellín, Colombia, “la gente nos seguía por la calle” La recepción de los lectores le parece importante pero no dejaría de escribir si no tuviera éxito: “escribiría contra viento y marea”.



Otro modo de sobrevivir que tienen los poetas son los premios internacionales de poesía. Importantes ya que “los artistas necesitamos respaldo. Alguna seguridad, alguna vez”. Sin presentarse voluntariamente, Marosa ganó en Francia, en 1983, el premio de la Sociedad Petrarca por su libro La flor de Laura. Y cuando no escribe, recita. “Son cosas diversas y emparentadas. Recitar es también una creación y una recreación. La poesía es escrita para ser recibida y esto puede suceder a través de un recitado. Me interpreto a mí misma con mucho gusto”.

En sus dos últimos libros publicados, Misales (Cal y Canto, 1993) y Camino de las pedrerías (Planeta, 1997) “inscriptos y editados como relatos eróticos”, Marosa incursionó en la prosa poética. En sus trabajos hay, según ella, “una sexualidad salvaje y delicada, realizada y vivida en la escritura apasionadamente. Mi literatura es intensamente femenina: el signo sexual se perfila en toda la obra, sea del rubro que sea”.



Misales (Cal y Canto; 1993)



Roberto Echavarren ´´ Misales, relatos eróticos ; suena a profanación. Con un gesto que inició Rubén Darío y el modernismo, Marosa di Giorgio abre un aura sagrada y a la vez libertina, un amor casto y profano, una convivencia de lo místico y de lo carnal. Vuelve a unir lo que estaba dividido por milenios de dogma. Elabora una mimesis en que participa lo animal, lo humano y lo divino, en diversas combinaciones, un despliegue trabado, rico, que recuerda las Metamorfosis de Ovidio. Más de uno, menos que dos: ésta parece ser la fórmula del funcionamiento autónomo de las pulsiones en Marosa di Giorgio. Huerto cerrado que abarca el universo, el cuerpo en Misales se excita de una zona a otra, de una región a otra.´´

Ana Inés Larre Borges
" La perturbadora sensualidad que define toda su creación se transforma en estos relatos en franco erotismo. Cada cuento, cada ´´misa´´ explora, con inocencia y perversidad, misteriosos y diversos modos de lo erótico. La tensa calidad de su escritura y la radical originalidad de su fantasía ubican estos relatos en la mejor tradición del género: la de lo exquisito sacrílego.´´

 Enrique Foffani, La Nación

 "La originalidad de la voz de Marosa di Giorgio se explica, entre otras razones, porque socava de un modo salvaje la cosificación del mundo, y por otro, entabla una crítica acerba contra los imperativos de la sociedad fundada en tabúes y prohibiciones.´´



Si nos atenemos, en forma rigurosa, al concepto de Misal, comprobaremos que el libro de Marosa di Giorgio no coincide con el tipo textual expuesto, por lo que su título sería llamativo y trasgresor, en relación a su temática.

En el libro Misales la autora juega con estos dos conceptos de manera alternada, donde el espacio simbólico elegido y nominado existe en relación al culto católico (Misa de Pascua, El Alhelí de la misa, Hortensias en la misa, Misal de la novia, Misal del cura, Misal del novio, Insectos en la misa, Misal de la Virgen, Carnes en la misa, Misal final en traje de novia), pero que responde a la idea extendida de liturgia.



“Salió un perro-zorro y vino al ruedo. Tenía el hocico largo, trotó un poco y robó un huevo de los que estaban en las ventanas, de regalo. Lo llevaba entre los dientes sin apretar.

Volvió por otro y otro. Lo llevaba y volvía en la hora oscura del alba. Trabajando cautelosamente, con el hocico largo y húmedo y humectante…” (Misa de Pascua, p.13)



El sexo adquiere aquí un matiz bestial (Misa final con murciélago, p. 76). Todos los seres se vinculan sexualmente de manera violenta, pero estas descripciones sirven para expresar la vida que existe en constante movimiento, la ebullición de los seres que a cada instante se conocen, se relacionan, se unen y mueren, para dar lugar a otros seres de la creación.

“Se oía en el fondo de los bosques, gritos de mujeres que tenían pasiones con los bichos. Algunas eran mordidas y casi asesinadas y se salvaban de un solo manotazo…” (La canción de los puerco espines, p. 105)



En la primera parte del texto 10 de Camino de las pedrerías se lee:

(Fragmento)

"Estaba en el jardín la muy hermosa, la mujer de los prodigios. Esas dos vertientes del pecho, blancas, delicadas, manando miel. Y vinieron las señoritas. Y eran refulgentes, azul, ciclamen, con vetas lilas o de oro. Tenían las dos alas y hasta cuatro. (¡Y son mariposas del Brasil...! Temblaban: sobre la piel ella sentía un bisbiseo, como si le corriesen unas perlitas, y las encontraran y volvieran a correr. Así quedaba toda erizada, siempre incubada. Miró hacia arriba y ya de lo mismo había una clámide en su cabello. Miró hacia adelante y vio una sombra. ¡Oh! Una mariposa fornida, inmensa, ¿recién surgida en la naturaleza?, estaba de pie frente a ella. Las alas volando hacia arriba casi tres metros, una incrustación de rubíes en cada mejilla. Y le dijo: -Adiós.

Ella contestó: -Adiós"]

Por momentos esta poesía aporta simbolizaciones y procesa desplazamientos que están por las condiciones alienantes de los vínculos sociales y sexuales probablemente relacionados con las condiciones del poder. Así el caso de la(s) mariposa(s) persona, de los fluidos y adherencias sensuales.

Opresión, absurdo, parafilias, onirismo obsceno y pánico, ambigüedad y ambivalencia, desestructuración y deconstrucción de la identidad del sujeto, desagregación del yo en sus fantasías, descentración del deseo y de lo deseado, legitimación de lo feo hasta el límite con el malestar agobiante, suelen ser metáforas de los nuevos contextos sociales tejidos por el poder y las tensiones de las que resulta. La dominación y la violencia reales, con ser unos pocos párrafos que quedan en el discurso historiográfico, también son de género aunque estén casi asardinadas o simplemente silenciadas.
Esta configuración en la literatura de Marossa aparece, como una extensión de la zona erótica que aparece en su poesía desde los comienzos.
El mundo poético de Marosa di Giorgio, está hecho de transformaciones, de sorpresas de pasajes fluídos entre lo humano y lo real oscila entre el cuento de hadas y la alucinación.

Bibliografía:

Diccionario de Autores Latinoamericanos - César Aira.

Éxtasis y éntasis en el libro “Misales” – Enrique Solinas.

El País Cultural - Melisa Machado – Montevideo.

Marosa di Giorgio – Ricardo Pallares.

 
(c) Magda Lago Russo
Montevideo - Uruguay
 
Magda Lago Russo es escritora

jueves, abril 19

Rodrigo Verdugo






















QUINTO ANUNCIO

A Mi Madre Patricia Pizarro Silva.

I

El agua va más lejos que mi propia vida
Siento que el sueño esta vuelto hacia el tiempo
Como la devolución a un enigma reflejado.
No se puede salir de la luz sin que no se descubra
Esa profecía que hay entre el cuerpo y el árbol.
Más tarde, mas tarde el aire es visitado por bordes y mitades
Por estelas que se vuelven contra el
Si su cabeza empieza a disminuir en la distancia.
No puede salir la luz de nosotros sin que no le salga al encuentro
Esa alianza que hay entre la hondura y la mano.

II

De las cavernas nos llega el eco de una orgía de rabdomantes
Casi todos nosotros debemos salir con la campana
Que se apiada que la sangre sea nocturna.
Estamos todos en nuestros puestos, los filos aun están en cautiverio
Ya se abrirá la cámara de algodón
Entraran dos centauros infrarrojos a engancharse
Podéis vosotros allá afuera simuladle sus puestos
Al buzo cargado de llaves, al bullicio de lana, al ligamento
Simulad que alguna vez sentisteis un rocío terminal en los pies
Todo os sucede ahora entre duraciones y estampidas
Los espectros de piedra oficiaron el aumento de la mañana
Y traemos aguas que celan a las columnas y a las espadas
Y traemos arenas asomagadas y traemos el fuego como mudanza
Para que el día se prepare para un umbral más grande
Para cuando lo olvidemos,
Cuando ya no importe si la eternidad es diurna o nocturna
Cuando el hombre y la mujer hayan traslucido
Lo que la muerte va espesando en el sueño.

III

Los muertos se llevan chispas microcéfalas para sus viajes
Cambian de rostro a cada momento durante el velorio
De modo que sus deudos ya no saben a quien están llorando.
Tal vez el mar haya insinuado levantar el velo,
Pero nunca se ha levantado
De los valles se oyen gárgaras con las que intentan saldar
El vuelo de los pájaros cabalísticos.
Oh aguas, reventadme frente a esas flechas convertidas
Más, dejadle a la piel esos poros equinocciales que los espíritus riegan
Prefiero a mi vida, el devenir de esas hormigas de mercurio por el cuerpo de los célibes.
Oh aguas, yo era el que ignoraba
Hasta que la luz respondió a mis huesos
Hasta que las piedras dejaron que la noche agonizara
Oh aguas, que quede sobre nosotros
Solo esa liberación entre las nubes y la carne.


IV

Mi boca ya habrá conocido todo tipo de entrañas
Para cuando tú me engañes con un ángel.
No quiero que la piel nos mire enteros
Ni que por ella sigan los tormentos parados en la luz.
Estamos todos en nuestros puestos, las venas como andamios
Nuestro arrepentimiento es imposible de fingir
Nos exhortan los dos centauros infrarrojos que acaban de salir
Y dan gritos terribles entre las achiras.


QUINCEAVO ANUNCIO A Ofelia Líbano

“La sombra se ahoga al fondo del pecho”
Federico Schopf

Un procedimiento marchito sube por las paredes
Un poco de sol, un poco de musgo en el patio
Algún día seremos dueños de la caída.
Yo quiero subir también, más esa combustión vertebrada
Me hace enterrar vivos a los animales
Hace que la casa se mueva sola hacia el agujero ceremonial
Y ahí estamos recordando aquella noche de gala
Cuando prendieron una luz azul en todo el cuarto
Casi parecía un escenario,
Las abundantes cortinas de terciopelo, las espesas alfombras
Y ahí estaba el tiburón gótico metiendo
Y sacando la cabeza de la licuadora
A la primera saltaron los ojos, fueron tasados de inmediato
No hay distinción entre ellos
Y las joyas que te recuerdan a tus espectros directos.
A la segunda saltaron los pedazos del hocico,
Fueron tasados de inmediato
No hay distinción entre ellos
Y esas joyas que esperaban que estuvieras sola
Para darte un zarpazo y desprenderte una luz azul,
Con que impulso la desprendían
Como si desprendieran el tormento de las estatuas o una zona cualquiera.
Ya llegará la casa antes que termine la función,
Cuando quedes solamente tú en ella
Y hables de tu novio y él a lo lejos presienta
Que un agujero ceremonial enriquece la noche.
Ojos, joyas y restos de un hocico se revuelcan bajo una luz azul
Salen impulsados hacia arriba,
También quieren subir y así totalmente tasados
No hay distinción entre ellos y esta tierra
Que se encamina sola hacia una culpa redonda.
La vida ha montado las llaves ya llegará,
Y estarás junto a él en una zona cualquiera
La luz azul se revuelca en el mar, cuanto zarpazos para saber
Que para que el mar se moviera solo, un dios tuvo que estar atado
Cuantos zarpazos para saber
Que ni ella ha podido llevarse el tormento de las estatuas
Ni ella ha podido avanzar más que la casa,
Y a propósito de la casa, ¿La recuerdas?
Cambia de número a medida que avanza,
Ya no pueden dejar ni cuentas ni cartas
Para que hablar de las visitas.
Hay espectros rodeando el agujero ceremonial
Tu vestido de gala se estrella contra las cortinas
Cuando lo amabas él se metía dentro de ti,
Le saltaban los ojos y la boca en pedazos
Y volvía a meter la cabeza
Y eran dos espectros depositándose diamantes en el fondo,
Vertebrando la combustión
Él atornillándole otros espectros al sexo de ella
Ella haciéndole la señal de la bruma sobre el cuerpo
Ella llena de zarpazos en los pechos y en los muslos,
Aún con las aspas insatisfechas
Él con la nostalgia de un sacrificio único.
Las paredes cada vez más altas, ellos intentando subir
Intentando llevarle unos ojos, un aullido, una luz azul al dios atado
Y en eso se les va la vida como en el anclaje incognoscible
Que hay en cada rincón de la casa.
Día y noche todos somos controlados por trizaduras
Aunque los muertos fecunden nuestra embriaguez
Así: día y noche todos somos controlados por trizaduras.
Él esperando que el canto de los pájaros sangre por ella
Para volver a verla intacta caminar por la habitación,
Escribir un diario de vida bajo el limonero
Ella esperando que la sangre de él la arrastre
Hasta dejarla sola frente al enigma
Unos caracoles, unas hojas desteñidas en el patio
Algún día seremos dueños de la caída.


Acerca del autor:

Rodrigo Verdugo Pizarro: (Santiago de Chile, 1977). Coeditor y articulista de la Revista Derrame. Miembro del Grupo Surrealista Derrame. Sub director de la Revista Rayentru y Coeditor de la Revista Labios Menores. Se inició en el taller de Poesía "Isla Negra" dirigido por el poeta Edmundo Herrera desde 1922 a 1996 en la Sech. Su obra ha sido publicada en revistas y antologías chilenas y extranjeras siendo traducida parcialmente al: Ingles, Francés, Italiano, Portugués, Polaco, Árabe, Uzbeko y Rumano, En 2002 publica su primer libro "Nudos velados".

martes, abril 10

Primer Festival de poesía de Lima - fotografías





















(Buenos Aires)






En el siguiente enlace podrán ver fotografías del Primer Festival de Poesía de Lima donde la Argentina fue el país invitado y leer la nota:






lunes, marzo 19

Álvaro Mata Guillé





















































































foto: Álvaro Mata Guillé



En nuestros días,

(días alejados del estupor de los campos
del hedor calcinado de hueso en los hornos de hueso
del ahogo y el miedo de gas y dientes de polvo en el lodo,
en las grietas del ahogo
las arrugas;

de ojos y el terror de los ojos en los dientes
en la hendedura negra del ojo
en los dientes;

de rezos aplastados en las vigas,
en las manchas del cuerpo y el cuerpo que mancha el color destiñendo el sopor en los ladrillos
los trazos
los vagones
el rostro aplastado en las columnas;

de sal negra en la nieve negra del fango
del sopor en la ausencia
en los huecos que perforan la carne de hueso en las piedras,
del susurro en los huecos de las urnas,
en las cámaras,
en el silencio que vulnera el sopor muerto del silencio asimilando el tiempo, violando el mutismo sosegado en la costumbre,
en el tiempo,
en el túmulo,
los tablones

los insectos…)

el otro
-el yo el vos el tú,
lluvia que encubre la niebla y ahueca el viento-
desaparece como un espejismo en la avidez del prisma,
como una fosa perdida en la oscuridad del brillo,
como un espectro que persigue el moho en el fulgor del moho,
reflejo de una alucinación sin pétalos,
ni fulgor;

pero,
qué quieren decir estas frases:

que se han ido los pájaros
y la mirada se ausenta en la ceniza,
en la bruma en la tiniebla,

en el llanto al lado del riachuelo próximo al cerco, que atrapa el susurro que baja de las ramas en las nubes en el viento,
poseído por un brillor de abolorio muerto:

que nos hemos convertido en esplendor gris de lo que ocurre, hacinados en la oscuridad de un espectáculo que acumula rostros como celdas de una colmena pudriendo lo luminoso,
escondidos en el espejismo,
en la soledad de la ausencia
en el miedo
en el viento;

que se ha ido el deseo
y el umbrío cubre la sonrisa en la sombra y macha las arrugas de pus en los ojos, en los dedos en la pus,
en el espejo,
en el rostro de la laguna muerta:

la lluvia oscurece la poza estancada en la imagen de piedra,
las piedras del riachuelo
los pétalos de piedra
los tablones
los dedos yertos desfigurados en el piso,

los insectos...







Todo
vuelve al mismo sitio:

la ciudad con el escozor de su brillo,
el rumor que bosqueja el río en los bosques de musgo, alejados del
cielo y el agua de piedra:

el centelleo opaca el sopor en las sombras,
el vislumbre de las luces,
el murmullo empozado en el riachuelo al lado del llanto en el cerco, los pétalos mecidos en las nubes y las ramas que cercenan los árboles
y su luto:

la noche está afuera,
es adentro,
permuta en el sigilo de pasos de noche
en los surcos que agrietan el párpado,
en las urnas
en el humo de barro del humo:

(busqué los pájaros en los árboles
y los muertos se habían ido,
solo apareció un perro con cadenas que corría hacia el monte
traspasando el herrumbre que goteaba en las columnas

-los gritos en las puertas,
el rumor en los sepulcros,
en las losas de los nichos clausurados-

golpeando la arena del túmulo de polvo
la ceniza
la sal de la estatua derruida en la nieve
en los barrotes de la iglesia,
las calles de susurros inundadas por una flor de pétalos de piedra
desmoronándose en los caminos
en los cerros
en la arena del viento)

la noche es afuera,
está adentro,
muta sin mutar en el crepúsculo:

(los árboles
venían detrás de nosotros
con los pájaros
con los grillos,
buscando el nacimiento del eco
y la sangre de un becerro muerto que florecía en el ara en las piedras, en la lumbre de la sangre en las velas, las manos y uñas del sudor del lodo en la carne y el altar del sacrificio,
junto a la casa de los venados
que recibía los rezos
y ofrendas,

en ese lugar
donde nace el sol
y la sombra baña la espalda del cerro
y lo quema,

donde nace el viento
y las cosas vuelven sin volver
al principio)

la historia,
es bruma, vacío,
el vacío en la sombra,
yo mismo en el umbrío, en la flor que transparenta en la laguna de piedra,
en el llanto de los pétalos en el árbol,
en el ladrido del perro arrastrando las cadenas en el trecho,
en el monte junto al cerro,
entre huesos y ramas escondidas en las nubes
en los ojos de las urnas:

los insectos ululan en las flores del jardín prohibido,
en el camino hacia la laguna muerta,
en busca de las estrellas de granito:

la vida aquieta la vida
la nada se disgrega en la nada
en la niebla
en el viento.








(c) Álvaro Mata Guillé
















los poemas publicados pertenecen al libro Sobre fragmentos, de próxima aparición en México.











Álvaro Mata Guillé nació en Costa Rica, actualmente vive en México.
Es director de teatro, escritor, ensayista, dramaturgo.
Director del grupo Baco teatro-danza, de Costa Rica. Director del Instituto de Creación Poética de la Casa de Refugio y de la Revista Locutorio, editada en San Luis Potosí, México, como también coorganizador, junto a Mario Alonso López, del Festival Internacional de Poesía Abbapalabra en México, como también del proyecto Transpoesía (Costa Rica, México, Argentina). Tiene varios libros publicados, entre ellos Debajo del viento (Argentina 2010, Venezuela 2005), Escenas de una tarde (Costa Rica 2004 en dos ediciones), Intemperies (México 2005). Saldrán próximamente dos libros más que se publicarán en México y Colombia, como también ensayos en diversas revistas y periódicos internacionales. Con su grupo Baco teatro-danza, ha montado más de diez obras, presentadas en diversos países de Latinoamérica, como la participación en varios films, como actor y guionista.

sábado, febrero 11

Rubén Amaya

















los poetas populares


Los poetas del Olimpo
ejercen la poesía como un sacerdocio,
es comprensible que se sientan alarmados
por nuestra irreverente presencia,
ateos incorregibles del Olimpo,
eternos anarquistas de la mitología.
Si hay que llamar a las cosas por su nombre,
somos los concubinos de la poesía,
los amantes ilegales de la palabra.
Ella baja de los castillos de cristal,
frágil y danzarina como una corzuela.
Nosotros la acechamos desde el viejo bodegón
donde solemos amanecer con nuestras sombras.
Allí a pleno sol la desvestimos.
hasta descubrirle cada poro del sonido,
hasta sentirla abandonada a nuestra sangre.
Después, la echamos a caminar el mundo,
a entregarse bravía a cada pueblo,
a sumergirse en la fogata
donde el hombre muere y resucita,
a tatuarse la piel de tierra, mar, acero,
cielo con la contradicción humana.
A ser abeja reina para ser fecundada,
ser colmada de vida por la vida,
a parir una y mil veces cada día,
y esparcir su oral simiente por el viento,
para que se transformen en susurro, gemido,
inundación de voces en la tierra.
Por las noches, cuando vuelve,
temblando en sus caderas una sílaba,
cansada de beberse tanto idioma,
con maldiciones y juramentos de amor hasta en el pelo,
desfloramos su verbo hasta hacerlo canción.
Finalmente, emprende su regreso al Olimpo,
inexorablemente preñada de nosotros.





(c) Rubén Amaya






San Miguel de Tucumán
Provincia de Tucumán
Argentina







Acerca del autor







Rubén Amaya es autor de canciones entre otros con Andrés Fernández, Ángel Crego, Lucho Oyos, Rubén Cruz, Luis "Pato" Gentillini. Ha realizado espectáculos con Armando Tejada Gómez, Luis Enrique Mejía Godoy, Hamlet Lima Quintana, Norma Elena Gadea, Julio Lacarra, Teresa Parodi, Pablo Milanés, Los Andariegos, Moncho Miérez, Andrea Torres, Los Pregoneros, Claudio Sosa, Rubén Cruz, Litto Nebia, David Lebon, Silvina Garré y tantos más.
Ha recibido diversos premios municipales, nacionales y también en el exterior. También dos obras de teatro de su autoría se vieron en Buenos Aires. Ocupó cargos relevantes en diversos movimientos y organizaciones artísticas como por ejemplo Co-fundador del Movimiento Tiempo Abierto en La Matanza (Provincia de Buenos Aires), Co-fundador y Co-Presidente del Movimiento de la Nueva Canción en su segunda etapa y también fue tres veces Presidente de la Sociedad Argentina de Escritores de Tucumán.


imagen: fotografía y collage intervenido (c) Araceli Otamendi

miércoles, febrero 8

Maximiliano Barrientos
























Western




Mi viejo juega con fósforos.

Dice que prenderá fuego a la casa,

Que será hermoso ver las llamas trepando por las paredes.

Sueña con botellas de Coca Cola enterradas en el desierto,

Son sueños hermosos que nada significan.

Lo abrazo cuando tiembla.

Le pido que mire por la ventana.

¿Qué son todas esas luces ahí afuera?,

Pregunta.

No hay nada allí,

Digo.

Están en tu cabeza.

Es hermoso,

Responde al cabo de unos segundos.


*


A veces rompemos los vidrios de las ventanas y las cubrimos

Con periódicos.

Eso lo divierte.

Ríe estrepitosamente y baila solo.

Es nuestra fiesta privada.

Son los únicos momentos en los que nuestras cabezas

Están conectadas por la misma frecuencia de pensamientos.

¿Alguna vez pensás en mamá?,

Pregunto.

Hablo con ella todo el tiempo,

Responde.

Camina descalzo por el patio.

Un vaso de whisky

Entre sus dedos y mamá muerta,

Mamá como un poco

De polvo en una caja.

Mamá como un cometa perdido en las entrañas de Dios.

Papá es el único que puede verlo.



*


Suelo bañarlo por las mañanas.

Sus ojos se quedan fijos en los míos durante largos segundos,

No hablamos.


*


Estará muerto al año próximo,

Pienso,

Y paso la esponja por sus piernas y por su vientre

Y por su barba rala,

Crespa.

Una vez maté a un hombre porque quiso estafarme,

Dice escupiendo agua.

Mi padre desnudo,

Con el pelo cubierto de shampoo,

Forma una pistola con su mano derecha y me la pone en la cabeza.

Boom,

Dice.

Y ríe.

Y su risa es un sonido helado,

Totalmente nuevo,

Que no se conservará

En el recuerdo de nadie.





Huesos


La rabia se come a todas esas otras cosas en el cerebro.

Es un zumbido torpe esta tarde.

Pronuncio nombres de mujeres y me acerco a la ventana y

Juego un poco con la imaginación.

Al otro lado sólo hay un montón de autos destrozados.


*


Las pesadillas tienen un resplandor extraño,

Como si soñar fuera una electricidad

Que recorriera nuestros huesos en las noches.


*


En esta pesadilla en particular camino desnudo en el desierto

Y busco aviones en el cielo.

Es hermosa la claridad, a pesar del temblor, es hermosa.







Hielo



Con mi mujer vemos nuestros cuerpos desnudos en el espejo.

Están cubiertos de barro. No decimos nada

Durante unos minutos. Luego ella entra en el baño

Y comienza a ducharse. Me quedo solo mirando

La distribución de la mugre. Mis ojos brillan

Como dos estrellas muriendo. El hielo que

Dejamos crecer en los corazones me susurra

Palabras monstruosas en el oído. Y yo espero

Adormecido por el sonido del agua golpeando los azulejos,

Por el llanto de mi mujer que crece como si sólo lloviera aquí adentro.



Sangre en el asfalto


Maté a estos animales y ahora

Me persiguen en sueños.

Muestran las heridas de balas.

Muestran los agujeros que causé cuando

Apreté el gatillo. Quieren estar conmigo.

Camino por la calle con mi

Ejército de animales muertos.

Les habló de una mujer que quemó la casa donde vivimos.

Una mujer de otra época. Lejana.

Al caminar dejan rastros

De sangre en el asfalto.

Es una forma de no perderme, pienso. Las marcas

Que debo buscar para volver.

(c) Maximiliano Barrientos

Bolivia








Acerca del autor:

Maximiliano Barrientos (Santa Cruz de la Sierra, 1979)


La editorial Periférica publicó en España simultáneamente los libros Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer, una selección revisada y corregida de cuentos de sus dos primeros libros, y la novela Hoteles. Ganó el Premio Nacional de Literatura de Santa Cruz en dos ocasiones: por la colección de relatos titulada Diario y por la novela Western.


imagen: fotografía intervenida con color (c) Araceli Otamendi

domingo, febrero 5

Luis Raúl Calvo




































foto: Luis Raúl Calvo























Poema XIV


Hay diferentes momentos

para poder arribar

al conocimiento de la vida.

Por aquellos días

la luz era luz

la oscuridad, oscuridad

el padre y la madre

seres sin tiempo ni memoria.

Debieron suceder cosas

crecer haciendo la vista gorda

a los diarios pesares

-acaso una de las formas

más penosas del olvido-

comprender que ni la luz

ni la oscuridad, ni los padres

se asemejan a esas primitivas

sensaciones.

Lo recuerdo hoy, cuando la bruma

se torna inapelable a los sentidos.

Hoy, que la luz es sólo oscuridad.





Poema XXII


La casa donde reposan los recuerdos

no reconoce dueños ni pertenencias

del pasado.


En su entraña se cobijaron

historias vividas y no vividas.

Allí nacieron cuentos de hadas

voces parciales de un drama

creado a imagen y semejanza

de un héroe de fantasía.


Alguien debería narrarnos hoy

otros espejismos, para saber

que conjeturaban el lobo

el villano, la bruja de alcoba

sobre esos mezquinos relatos.


La casa donde reposan los recuerdos

es una deuda pendiente, un sueño inconcluso.



Antigua Soledad de la Casa



Ha de perpetuarse

en un espacio inabordable

a la razón.


En la marginal espera

del silencio

la prolongación de su voz

echará raíces

y el sueño de la muerte

tomará los restos

de una tierra fértil.


En esa zona, inhabitable

a los deseos

la gestación del huésped

llenará el vacío.

(c) Luis Raúl Calvo








Buenos Aires
















Acerca del autor:

Luis Raúl Calvo


Nació –y vive-en Buenos Aires, Argentina en 1955. Poeta y ensayista. Autor y compositor de música, cantautor. Licenciado en Psicología.
Dirige la Revista “Generación Abierta” (Letras-Arte-Educación) desde su fundación en 1988, publicación “Declarada de Interés Cultural de la Ciudad de Buenos Aires”, en el año 2000, por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Dirige desde 1992 el Café Literario “Antonio Aliberti”, en el Café Montserrat.
Desde 2007 co-conduce y produce el programa radial “Generación Abierta en Radio”, los martes a las 17 hs por FM Cultura, 97.9 MHZ.

Ha recibido diversas distinciones literarias.

Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, rumano y portugués.

Obra publicada en poesía: “Tiempo dolorosamente resignado”(Ediciones “Generación Abierta”, 1989); “La anunciación de la partera” (Ediciones Correo Latino, 1992); “Calles asiáticas” (Editorial Plus Ultra, 1996)); “Bajos fondos del alma” (Ediciones “Generación Abierta”, 2002); ”Belleza nómade” (Ediciones Generación Abierta, 2007); “Nimic pentru aici, nimic pentru dincolo”, Antología Poética, en lengua rumana, con traducción de Flavia Cosma (Editorial Gens Latina, Rumania, 2009); “Nada por aquí, nada por allá”, Antología Poética, en español (Ediciones Generación Abierta, 2009); “Profane Uncertainties” (“Profana Incertidumbre”), Antología Poética, en lengua inglesa, con traducción de Flavia Cosma (Editorial Cervena Barva Press, Estados Unidos, 2010).

En 2010 grabó su primer álbum musical, “¿Cuál es la verdad de lo vivido?”-Canciones urbanas- con temas de su autoría y la musicalización del poema “¿Será verdad que cuando toca el sueño?”, de Gustavo Adolfo Bécquer.


Email: luisraulcalvo@yahoo.com.ar

http://www.generacionabierta.com.ar/












imagen: fotografía intervenida con color (c) Araceli Otamendi

jueves, febrero 2

Adán de Maríass

















Música de presentimientos

quizás tenga que imaginar

otro amanecer

para que mis ojos puedan ver


sin esa odiosa puntualidad

de las tinieblas depresivas

que al tropezar conmigo

dejan un espacio vacío

entre la sombra que proyectaba y yo


el dolor entra en mis ojos

como una luz invisible y punzante

que daña la reposada penumbra del alma


racimo de angustias

que se cuelgan de mis párpados caídos

hasta caer ensuciando violentamente mis pies de vidrio


a mis ojos que hablaron con miradas

nadie le quiere hablar

qué difícil es aprender a mirar

cuando todos se han ido

lejos de sus propios ojos


animal oscuridad que devoraste

la última posibilidad de luz

que regresaba a mis ojos

encierras mi cuerpo en sí mismo

y niegas hasta el alma que la sostiene


ojos desiertos ojos humeantes ojos abandonados

ojos de cielo cerrado

silencio visual que se acompaña de presentimientos


en lo más profundo de mis ojos

no estoy yo

sino la silenciosa imagen

de una habitación vacía

que pronto se va llenando de agua iluminada

hasta que los gritos de la oscuridad

la hacen salir por mis oídos



---------------


Composición del amor puro



soy como la ausencia que aparece

el que no esperabas

el que amanece y permanece

el que sueña y ensueña

el que besa tu sonrisa

el que cae y se levanta para llegar hacia ti

el que desliza entre tus largas piernas mucha agua de caricias

el que ve en tus ojos la desesperación del amor

el que interrumpe el paso del viento para abrazar tus deseos

el que te ama sin pausas conjugando tus latidos

el querer que te quiere y mucho

él de ti lo que perturba y consagra

tú con él lo que trasciende y encarna

soy yo y la luz reflejada en el inquieto y suspirado mar de tu corazón

amorosos

intensos

inagotables

devorados

soy como la ausencia que enloquece tu destino

el que nunca esperabas

tu amor de hombre

mi maravillosa preciosa




© Adán de Maríass

Lima

Perú


Adán de Maríass [seudónimo de Miguel Ángel Colán Ramos] nació en Lima, Perú el 15 de abril de 1960, y estudios no concluidos en Universidad San Martín de Porres en la Facultad de Educación, y Literatura en La Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Pertenezco a la A.N.E.A. y a la Asociación Peruana de Autores y Compositores desde 1990.

El 2 de setiembre de 1980 escribió en un block sus primeros poemas, acumulando tantos poemas en 7 años que hasta hoy permanecen inéditos. En julio de 1987 empieza a escribir el poemario titulado «Sol de Madrugada», y luego «Júbilo», que fueron publicados como un solo libro gracias al auspicio de CONCYTEC en 1989 a través de un Premio de subvención.

Ha participado en varios prestigiosos concursos de Poesía como el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines, en 2004, el Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe en 2006 con el poemario «Donde apenas empezaba a ser yo» que ha sido publicado por Editorial Obrapropia en edición electrónica así como con otro libro de poesía «Poemas en Blog», y también el libro de cuentos titulado «Zona Vip». Actualmente ha colaborado con textos en diversas revistas literarias como Cinosargo, Revista Papirolas, Matemáticas y Poesía, Blackbird, AuroraBoreal.net. Escribe en seis blogs, uno de ellos Blog de Adán de Maríass en Bligoo, el otro en La Comunidad del diario El País España como Desde Adán de Maríass, Adán de Maríass en Transbordo, Adán de Maríass.Blog en Wordpress, y en Wattpad. Allí publica cuentos y poemas.


imagen: fotografía de agua intervenida con color (c) Araceli Otamendi

miércoles, enero 25

Lina Zerón

















































































LETANÍA


Benditas las mujeres que protegen el fruto de su vientre
y ostentan la parábola de su belleza bajo un delantal,
aquellas que lavan su rostro con el manto de la rutina
y se atreven a alzar la voz, aunque sólo se tenga la voz.
Benditas las mujeres que arrastran el estigma de impuras
regando su futuro con lágrimas de ausencias
aquellas que encuentran purificación
en el agua de cualquier río
y tejen amores dispersos en el manar del tiempo.
Benditas las mujeres que se enamoran,
las hechiceras de la noche,
las que comparten el fuego de las bodas del cuerpo
en la consagración de la piel.
Benditas las que gritan lo que el corazón profesa
las que escuchan y las que defienden su palabra
las que ocultar deben sus pasiones verdaderas
sobreviviendo como agua estancada y triste.
Benditas las que abrasan su nido vacío
y reviven cada noche el éxodo desde su origen.
Benditas las que son tormenta y ríos sin cauce,
a las que llaman locas, revoltosas, liberadas, feministas,
pero encaminan al viento con una mirada.
Benditas las hembras con fracturas y con fragmentos.
Benditas Nosotras, matriz del universo.

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NADA


Nada es sin ti,
nada en la nada
mi nada perdida naufraga
sin ti.
La ola nada sobre nada
sin ti sola la ola nada.

(c) Lina Zerón

México

Lina Zerón
(México, 1959). Poeta, (13 libros). Narradora, (4 novelas y 1 de cuentos). Periodista y promotora cultural. Directora de Linajes Editores. Poemas traducidos a 12 idiomas. Aparece en más de 80 antologías, revistas y periódicos en el mundo. Entre los reconocimientos: Trofeo y Reconocimiento por parte del Parlamento Andino. Distinción otorgada por primera vez a un extranjero Perú, 2009. Doctora Honoris Causa por la Universidad de Tumbes Perú, 2007. Mujer del año 2002 en el Estado de México por su trayectoria poética.




imagen: collage intervenido digitalmente (c) Araceli Otamendi

domingo, enero 22

Libro: Hojas de diario - Flavia Cosma








































foto: Flavia Cosma






































Hojas de diario
Flavia Cosma
Traductor Manuel Serrano Pérez
Revisión de textos Luis Raúl Calvo y Floriana Beneditto
Ediciones Maribelina, editora de la Casa del Poeta Peruano (Lima, Perú)

(Buenos Aires)

Flavia Cosma, escritora de origen rumano y radicada en Canadá desde hace muchos años, presentó en el mes de noviembre pasado, en Buenos Aires, el libro de poemas Hojas de diario. Una de las presentaciones del libro se hizo en la Embajada de Rumania, en el marco de la celebración del Día Nacional de ese país.
Hubo otras presentaciones y lecturas del libro, también, como en el Café Burlesque.

Según palabras del poeta Luis Raúl Calvo quien ha traducido otros libros de Flavia Cosma, "... Hojas de diario, es un acontecer de situaciones vividas y sentidas traídas a la memoria por la evocación poética de la autora.
Desde el comienzo de la obra aparece instalada la temática del dolor, del desarraigo, junto
a la aparición de personajes como el forastero a quien se lo emparenta con la de un ángel caído.
La visión del forastero nos retrotrae a la imagen del extranjero, aquel visitante que llega por pocos días a una ciudad, a un pueblo y luego se marcha raudamente
....".


Así dice en el poema 1:





"...¿Quién es el forastero
con la frente de piedra?
¿Qué signo nuevo
le recubre el semblante
de ángel caído
y, como una máscara, la sonrisa?
¿Qué cuestiones le preocupan
mientras duermo
un sueño pesado,
prolongado...?

También el recuerdo de la casa de los abuelos, el hábitat de la infancia, el regreso a un momento de la vida donde nos sentíamos más protegidos es tema de sus versos:

"...Bebo inmóvil la savia demorada
de una vez, con todo mi ser,
tal como lo hacía
en el lecho duro de los abuelos
cuando el aroma azucarado
del heno sin fermentar
me fortalecía...".

La ciudad, uno de los temas, tal vez una ciudad que se liga con el pasado, es protagonista de la poesía de Flavia Cosma, como en el poema 34. No se trata en este caso, de una ciudad amable sino inquietante:

"En la ciudad amorfa,
ennegrecida por crímenes y pasiones,
goteando sudor en olas
sobre el empredrado,
tres generaciones se arrullan
con un cántico acerca del mar Egeo;
en un sueño verde,
con los pies descalzos,
sentados a orillas del agua,
sobre los labios de la historia ellos contemplan
el tiempo que pasa...".

Y en otro poema, con un clima onírico, "la ciudad plena de sueños se sumerge en la luz":

"...Permanezco al azar,
alma sin rumbo,
como el juego de las aguas profundas en la noche.
Fantasmas amargados y famélicos
pelean entre ellos, se dan muerte,
mientras, en el horizonte en calma,
la ciudad plena de sueños se sumerge en la luz".

La poeta expresa su decepción por este mundo terrenal, y como en el poema 13, la búsqueda
de un estado donde el espíritu se mantenga incontaminado:

"...Es más prudente
mantener los ojos cerrados
para que no te contaminen el espíritu
las salpicaduras sucias de la lluvia,
la arena, el polvo revuelto por el viento,
que no te mancillen tus coronas de flores,
y que tus grandes ojos de estrellas fugaces
no conozcan las lágrimas
de sangre y de lodo".


A pesar del desencanto que Flavia Cosma expresa en varios de sus poemas por este mundo
terrenal, hay en otros una esperanza de volver a creer, de recurrir a Dios para que nos redima
de la vida terrestre:

"...Jesús, crucificado
en el madero,
con ansiedad nos besa
y aguarda...".

La poesía de Flavia Cosma en el libro Hojas de diario es profunda, con imágenes de una gran fuerza expresiva.

nota relacionada:
http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/2011/11/celebracion-del-dia-nacional-de-rumania.html




Acerca de la autora:





Flavia Cosma es una poeta canadiense de origen rumano, escritora y traductora, ganadora de varios premios. Se graduó en Ingeniería Eléctrica en el Instituto Politécnico de Bucharest. También ha ganado premios como productora independiente de documentales para televisión, como directora y guionista.
Publicó diecinueve libros de poesía, una novela, un diario de viaje y cuatro libros para niños. Su trabajo forma parte de varias antologías en diversos países e idiomas. Su libro 47 Poems (Texas Tech University Press) recibió el Premio ALTA Richard Wilbur Poetry in Translation.
Fue nominada para el premio The Pushcart tres veces por fragmentos de su colección de poemas Leaves of a Diary (2006), The Season of Love (2008) y Thus Spoke the Sea (2008).
Recibió el tercer premio en la competencia John Dryden Translation de 2007 por la co-traducción In The Arms of The Father, poemas propios (British Comparative Literature Association & British Literary Translation Centre). Los poemas Songs at the Aegean Sea fueron finalistas en el Canadian Aid Literary Award Contest en diciembre de 2007. Su traducción al rumano de Burning Poems de George Elliott Clarke fue publicada en Rumania en 2006. Su traducción al rumano de Nada por aquí, nada por allá, de Luis Raúl Calvo fue publicada en Rumania en 2009. Su traducción al ingles de
A Settlement of Words de Ioan Tepelea fue publicada en Estados Unidos en 2009. Su traducción al inglés de Profane Uncertainties, de Luis Raúl Calvo fue publicada en Estados Unidos en 2010. Su traducción al rumano de La Portile Raiulu, de Gloria Mindock fue publicada en Rumania en 2010.
Los poemas Danza, No hables, Resurrección y No se es un tigre… fueron finalistas en el 6° Certamen Internacional de Poesía “La lectora impaciente”.
Editorial Dunken publicó su libro Pluma de Ángeles en diciembre de 2008.
Flavia Cosma fue ganadora del Premio de Excelencia por su contribución a enriquecer y promover la cultura rumana en el espacio europeo y en el mundo” en la XXIX Edición del Festival Lucian Blaga, Alba-Sebes, Rumania 2009.
Flavia Cosma fue condecorada como “Miembro de Honor, con Medalla de Oro por ser una de las intelectuales y poeta que, en el ámbito internacional ha mostrado indesmayable labor de promoción cultural y docente” en la III Edición del Festival Internacional de Poetas , CADELPO, Peru 2010.
Puede obtenerse más información acerca de Flavia Cosma en el sitio




http://www.flaviacosma.com/





http://revistaarchivosdelsurpoetas.blogspot.com/2011/10/flavia-cosma-poemas.html

miércoles, enero 18

Victorio V. Suárez







































foto: Victorio V. Suárez








ESPÍRITUS


La soledad inflamó
el óxido de la tarde
y cremó los poros del aire.
Los espíritus luminosos
quebraron su matriz fantasmal
y revelaron la palabra caída en sus venas.
No volvieron a rehacer sus besos
porque decidieron
las honduras del silencio.


VIGILIA

No se pueden conocer los rastros
de las manos en el agua,
tampoco la lividez del vacío
cuando apenas queda
un soplo intencional
en la robustez perpendicular
de la tarde.
Presencias aclimatadas
cada fin de semana,
resplandor de ansiedades
y luego la vigilia.
Las miradas se entrecruzan
ignorando lo que queda
a un costado de la vida.


(Poemas del libro Oficio del caminante)



(c) Victorio V. Suárez


Asunción




Paraguay


Acerca del autor:


Victorio V. Suárez nació en Asunción (1952). Poeta, ensayista y periodista. Forma parte de la llamada “Generación del 80”. Egresó de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción, en la rama de Historia. Sus poemas y artículos aparecieron desde 1970 en los suplementos culturales de “La Tribuna” y “ABC color”. Publicó en todas las ediciones colectivas del “Taller de Poesía Manuel Ortiz Guerrero: “Y ahora la palabra” (1977), “Poesía Taller (1982), “Poesía Itinerante” (1984). En el año 1985 ofreció su poemario: “Los fuegos del alba”, Ediciones Taller. En el 2001 publicó la primera edición de “Literatura paraguaya (1900-2000). Expresiones de los máximos representantes” (Editorial Servilibro). OTRAS PUBLICACIONES: Proceso de la literatura Paraguaya. Versión ampliada y corregida de 634 páginas, Fondos Concursables (2011); “Pasiones, Lugares y nostalgias” (Fondec-Editorial Arandurâ, 2010)“Oficio del caminante” (Finalista en el Premio Nacional de Literatura de Paraguay (2011), fue publicado por Arandurâ, 2010); “El cristal y la rosa” (Poemario, 2008. Editorial Servilibro); “La niña de sepia” (relatos, 2007. Editorial Arandurâ); “Proceso de la literatura paraguaya” (Ensayo, 2006. Criterio Ediciones); “Cristal Interior (Bardo Thodol)” (Poemario 2005. Editorial Arandurâ).

Entre algunas publicaciones colectivas colaboró en “La década del 40”, obra de investigación colectiva de la Facultad de Filosofía (UNA), publicado por Criterio Ediciones. Desde marzo de 1994 a 1998, dirigió el Suplemento Cultural de Noticias El Diario, donde también escribió como columnista de temas políticos.
Como promotor cultural y periodista recorrió en cuatro oportunidades el continente europeo, destacándose plenamente por su labor profesional.
Se desempeñó como profesor universitario en la Facultad de Filosofía en la carrera de Letras. También forma parte de la “Dirección de Investigaciones” de la misma institución universitaria. Es fundador y director de la revista “Arte y Cultura”. Dirige el Taller de Literatura de la Universidad Iberoamericana (Asunción-Paraguay). Como promotor cultural recorrió en varias oportunidades el continente europeo y ofreció clases magistrales sobre literatura y cultura paraguaya e hispanoamericana en seis universidades de Taiwán.

Libro: Oficio del caminante - Victorio V. Suárez





































foto: Victorio V. Suárez






(Buenos Aires)







Victorio V. Suárez (Asunción, 1952) es poeta, ensayista, periodista, catedrático, director y fundador de la revista Arte y Cultura.


Su libro de poemas Oficio de caminante ha sido prologado por Silvia Prida y por José Vicente Peiró Barco.


A continuación se publican los prólogos y algunos poemas del libro:




BREVEDAD CONCENTRADA Y EVOLUCIÓN ESTILÍSTICA


El título de una obra literaria es siempre un inductor de lectura, y “Oficio del caminante” define la actitud esencial del yo o hablante lírico de este nuevo poemario de Victorio Suárez.
El sustantivo “oficio” puede interpretarse en su doble acepción: como ocupación habitual o función que alguien desempeña o como rezo diario del sacerdote en la función religiosa, lo que le daría al conjunto de poemas y a la actividad de crearlos, condición de sagrados.
Pero se trata aquí de un oficio de caminante, y por ello a su vez, el libro se sitúa en la tradición occidental y cristiana que desde la “Divina Comedia”, pasando por las “Coplas” de Manrique y más cerca nuestro la poesía de Antonio Machado, concibe la existencia humana como un viaje, que nos lleva a distintos lugares según la cosmovisión de cada poeta.
En uno de los poemas del libro, titulado “Almas”, hay una recreación de la imagen manriqueña de los ríos, en la tercera copla por la muerte de su padre:

“Todo va llegando al mar

Para morir…”

pero la visión del mundo y la vida del más allá que se desprende de sus obras difieren en ambos autores sustancialmente:

“se tuerce la impotencia

de un espacio sin luz” .

Porque el sentimiento que predomina en el conjunto de poemas de Suárez es el desencanto por el tiempo que pasa sin dejarnos nada ni ofrecernos nada después de la muerte, mientras que en el pensamiento de Manrique existe la fe en la vida eterna y la seguridad del premio o el castigo.
La cosmovisión que se desprende de los textos en “Oficio del caminante”, se acerca más a la visión del mundo de la poesía machadiana:

“Caminante son tus huellas

El camino y nada más.

…………………………

Caminante, no hay camino

Sino estelas en la mar” .

Los famosos versos de Machado hablan de lo efímero de la existencia humana y del mínimo rastro que esa existencia deja en el mundo. Los de Suárez encierran un nihilismo extremo en el tono general del libro y en especial en versos como los del poema “Vigilia”, ya que hay seres que entrecruzan sus miradas sin verse:

“ignorando lo que queda

a un costado de la vida” ”

Se habla de la imposibilidad del encuentro con el otro, y de no poder conservar siquiera una imagen vívida de nuestra propia existencia, de todo lo que fue nuestra vida. Estos gestos vacíos suman su sentido a la imagen titular del caminante, que define al yo lírico como alguien que no descansa, que no tiene morada donde llegar, y por tanto su vida es un viaje permanente, sin descanso, cuyo único final es la muerte.
Otros versos del poema “Vigilia” pueden enlazarse una vez más con los de Machado:

“No se pueden conocer los rastros

de las manos en el agua…”

Se transmite una vez más la imposibilidad de perdurar o dejar rastros, pero como el agua es además símbolo del inconsciente, esos dos versos pueden sugerir también la imposibilidad de bucear en nuestro mundo interior, de acceder al conocimiento de nosotros mismos.
En estos textos todo muere o conduce a la muerte y en los títulos de varios poemas del libro la muerte está presente. Se percibe una sensación de cansancio, de agotamiento, de hombres que se mueven sin rumbo en un paisaje gris, con hospitales, baldíos y desechos: ni el mundo de la naturaleza, que fue refugio para los románticos, ni el placer del sexo exaltado por algunos modernistas, pueden colmar la sed o calmar la ansiedad del caminante.
Hay seres encerrados entre cubos ahumados, que no dejan pasar la luz, metáfora de las construcciones de las grandes ciudades, donde millones de hombres trabajan como autómatas en prisiones de vidrio, sólo para sobrevivir.

”Todo está herrumbrado” dice el yo lírico en el poema

“Visiones”.

Es cierto que a momentos, el encuentro erótico del que se habla en varios poemas, parece dar una tregua al dolor y a la soledad, pero las almas se muestran entonces como desconectadas de los cuerpos, no se entabla una comunicación plena.
Las imágenes más logradas son imágenes que expresan nostalgia de cosas perdidas, o que tienen una belleza amenazante:

“Un siniestro tulipán exhala su perfume

En el azul templado del aire…”

“Los días vacíos

no tienen tiempo de borrarse”

Un excelente ejemplo de lo que nos da el encuentro de la pareja humana aparece en el poema “Presagios”, en donde lo erótico no se limita simplemente al placer, pero el sentimiento es demasiado frágil:

“La afable ternura se desvanece

como una lágrima gigante…”

Y en el poema “Peregrino”:

“las piedras taponan la garganta

magullando las almas divididas…”

En “Matiz”, el hablante lírico afirma:

“Todo está listo

el último concierto

ha comenzado”

Hay en el libro y en especial en estos versos, una conciencia del acabamiento, de una vida ya vivida, que no tiene esperanzas ni expectativas.
El poema “Construir” se caracteriza por una brevedad concentrada que muestra una evolución estilística en la obra de Suárez, ya que en sus libros anteriores predominaban los poemas largos. El título funciona casi como un oxímoron con respecto al significado de los versos:

“Apretar la voz hasta el silencio

ver de qué manera se apaga

el cuerpo y la historia.

Hundir el clavo ardiente

en el centro mismo del corazón

y construir la calzada

hacia lo ignoto”.

La poética del desencanto se profundiza en este texto, la voz busca el no decir, para que el yo lírico sea un espectador silencioso de su propio dolor, y marca el punto culminante de la negación. Como en el final de la primera parte del “Martín Fierro” de Hernández, el cantor rompe su guitarra porque renuncia a la comunicación con los otros, el hablante atenúa su voz hasta el silencio.

Pero hay más; hemos transcripto completo el breve poema que condensa, creemos, el significado total del libro, y también sugiere algo nuevo: hay una intención
de autodestrucción, de regodeo en el sufrir, “de hundir el clavo ardiente…”, como manera de dar el salto hacia lo que está más allá de los límites de la vida humana, pero que no se sabe qué es y a su vez, es lo único que queda por afrontar. Es como si el yo construyera su propia muerte en un solo gesto.

Si bien el sinsentido y la angustia existenciales son temas obsesivos del libro, “Oficio del caminante” no se agota en ellos. El yo lírico trasciende su circunstancia individual y en la sección del libro titulada “Límite” su mirada se vuelca hacia el mundo exterior y los horrores
de las grandes ciudades que en la primera década del siglo XXI no han resuelto problemas como de la miseria y la marginalidad de una gran parte de sus habitantes.
Podemos decir que textos como “Letrina”, “Purgatorio” y varios que les siguen, implican una clara denuncia de la injusticia social que reina aún en el mundo.
La última sección de textos, titulada “Voz”, presenta en el poema “Caverna” el tema de la búsqueda metafísica de la verdad; hay en otros alguna alusión a temas mitológicos y autores antiguos que revelan la formación filosófica del autor, pero esos nuevos elementos de la serie final no encierran un cambio en los ejes que vertebran la totalidad de la obra, ni dejan entrever una cosmovisión más esperanzada.

El poema “Muerte” dice que: “no valen la pena el recuerdo ni el olvido” y los versos de “Sombras” presentan una de las imágenes más terribles y hermosas del libro, para mostrar
el destino implacable del hombre:

“El ojo de la muerte es una gota de agua

que cae tozudamente pronosticando la noche”.


Silvia Prida

Montevideo, 19/ 7 / 10



SENCILLEZ FORMAL PROVISTA DE UN VOCABULARIO PRECISO


No es necesario presentar a Victorio Suárez. Su consolidada trayectoria literaria, unida a la de crítico e impulsor de la revista Arte y Cultura, no precisa de muchos comentarios laudatorios. Desde aquellos tiempos en que dirigía el magnífico suplemento literario del diario Noticias, no ha dejado de figurar en el primer plano de las letras paraguayas. Ya en su primer trabajo publicado, Los fuegos del alba (1985), no dejó de deleitarnos con un oficio literario ejemplar y un conocimiento profundo del lenguaje poético, que como alguien dijo, “es un oficio más viejo que el oficio más viejo del mundo”.
Su nuevo trabajo lírico, Oficio del caminante, es un diálogo entre los sentimientos humanos y un entorno, casi siempre de la naturaleza. Ese diálogo suele traslucirse en indagación espiritual, dibujo de efectos interiores. Bajo una aparente frialdad y una sencillez formal provista de un vocabulario preciso, Suárez nos transporta al impacto físico y moral de las situaciones. La oscuridad o el silencio tienen una explicación conceptual si se le aplica la razón sin perder la emotividad.
Si algo cabe decir sobre la poesía de Victorio Suárez es su afán por el riesgo. En ocasiones, hemos hallado en sus poemarios un fuerte rasgo de opacidad expresiva, donde ha sido necesario el esfuerzo del lector para su comprensión. La irracionalidad ha presidido su concepto creador, hasta el punto de generar un compendio de metáforas próximas al surrealismo y, en ocasiones, al absurdo, para mostrar las interioridades del universoimperceptible. Pero Oficio del caminante es un giro consciente en su trayectoria lírica. La expresión y la extensión se han simplificado. La metáfora, aun sin perder el riesgo, ha ganado en limpieza y en profundidad.
Nuestro autor ya no se conforma con esbozar su pensamiento: pretende comunicarse con el lector y establecer un diálogo fluido entre la palabra y su pensamiento.
De esta forma, nos transmite un desasosiego vital que es preocupación permanente en su poesía. Un vacío existencial movido por la banalidad de nuestra vida.
Versos como “Nadie intentó mirarse / después de colgar sus sueños / en el duro silencio de las estatuas” revelan la carencia de ilusiones provocada por la despersonalización.
Somos carne, pero ¿somos espíritu? Incluso el erotismo plantea dilemas de incertidumbre.

Las tres partes del poemario sugieren su contenido:

“Presagios”, “Límite” y “Voz”. Lo mágico, lo tangible y la expresión. Pero, como expresa en “Interrogantes”, ¿por qué se agitan las voces en el viento? Si el lector desea saberlo, debe aprender el oficio del caminante después de leer y entender este poemario donde Victorio Suárez se muestra feliz entre las palabras.


José Vicente Peiró Barco

Valencia, España. 5 de julio 2010






CONFIGURACIÓN




ENVOLTURA


Restauró su simplicidad de arena

y trató de entender los presagios

que anunciaron la vigilia.

Había inflamado los poros de la carne

pero las moléculas de existencia

resguardaron sus plataformas.

Latidos de furia voltearon el aire,

las estatuas cortaron su envoltura

hasta llenar de talco la mañana.

Las crónicas registraron el incendio

y en las calles arriadas de almas prisioneras

ninguno volvió a caminar como debía.




VIGILIA


No se pueden conocer los rastros

de las manos en el agua,

tampoco la lividez del vacío

cuando apenas queda

un soplo intencional

en la robustez perpendicular

de la tarde.

Presencias aclimatadas

cada fin de semana,

resplandor de ansiedades

y luego la vigilia.

Las miradas se entrecruzan

ignorando lo que queda

a un costado de la vida.




PORTEZUELAS


Las jornadas filtran sensaciones

que golpean las portezuelas.

Se ahogan los fogones

y el poniente no serena el alma.

Ya nadie responde.

La soledad llena los sitios

de inexorable vejez en los espejos.





AGUAS


Una apacible conjetura

arrugó su orgasmo negligente

en la clandestina humedad

de regresiones impenitentes.

Colmó el abandono

y fue espinoso rescatar

las fantasías que cayeron

de bruces en el alba.

Enladrillaron los orificios

de aquellas que desgajaron

los cauces de la memoria

y el silencio reabrió su espectro

en el vacío de las aguas.




CONFIGURACIÓN


La embriaguez del sueño

perfora el corazón

y una configuración de almas

desabrocha su rebaño de signos caídos.

El jugo vaginal

no alivianó el deseo en los recodos

entristecidos del silencio.



CUBOS


Las articulaciones dolorosas

sellaron sus réplicas de manos

y el ser se vuelve polvo

en los cubos ahumados

que jamás podrán romperse

para dar paso a la luz.



Semblanza de Victorio V. Suárez


Nació en Asunción (1952). Poeta, ensayista y periodista. Forma parte de la llamada “Generación del 80”. Egresó de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción, en la rama de Historia. Sus poemas y artículos aparecieron desde 1970 en los suplementos culturales de “La Tribuna” y “ABC color”. Publicó en todas las ediciones colectivas del “Taller de Poesía Manuel Ortiz Guerrero: “Y ahora la palabra” (1977), “Poesía Taller (1982), “Poesía Itinerante” (1984). En el año 1985 ofreció su poemario: “Los fuegos del alba”, Ediciones Taller. En el 2001 publicó la primera edición de “Literatura paraguaya (1900-2000). Expresiones de los máximos representantes” (Editorial Servilibro). OTRAS PUBLICACIONES: Proceso de la literatura Paraguaya. Versión ampliada y corregida de 634 páginas, Fondos Concursables (2011); “Pasiones, Lugares y nostalgias” (Fondec-Editorial Arandurâ, 2010)“Oficio del caminante” (Finalista en el Premio Nacional de Literatura de Paraguay (2011), fue publicado por Arandurâ, 2010); “El cristal y la rosa” (Poemario, 2008. Editorial Servilibro); “La niña de sepia” (relatos, 2007. Editorial Arandurâ); “Proceso de la literatura paraguaya” (Ensayo, 2006. Criterio Ediciones); “Cristal Interior (Bardo Thodol)” (Poemario 2005. Editorial Arandurâ).

Entre algunas publicaciones colectivas colaboró en “La década del 40”, obra de investigación colectiva de la Facultad de Filosofía (UNA), publicado por Criterio Ediciones. Desde marzo de 1994 a 1998, dirigió el Suplemento Cultural de Noticias El Diario, donde también escribió como columnista de temas políticos.
Como promotor cultural y periodista recorrió en cuatro oportunidades el continente europeo, destacándose plenamente por su labor profesional.
Se desempeñó como profesor universitario en la Facultad de Filosofía en la carrera de Letras. También forma parte de la “Dirección de Investigaciones” de la misma institución universitaria. Es fundador y director de la revista “Arte y Cultura”. Dirige el Taller de Literatura de la Universidad Iberoamericana (Asunción-Paraguay). Como promotor cultural recorrió en varias oportunidades el continente europeo y ofreció clases magistrales sobre literatura y cultura paraguaya e hispanoamericana en seis universidades de Taiwán.