Vicente Luengo Moraga (Cuenca, 1974) vive en Madrid, donde trabaja en una compañía de Tecnologías de la Información. Ha publicado el libro de guiones de cortometraje "Luz de la pistola" (2006). En 2008 fue finalista del "III Encuentro profesional producción-guión de cortometraje de la Comunidad de Madrid" con su guión "Taxi al zen". Actualmente se han hecho lecturas de sus poemas en diversos programas de RNE (Radio Nacional de España). También se han reproducido sus poemas en las prestigiosas revistas literarias de ámbito nacional e internacional "Espéculo", "Letralia" y "Omnibus" (Mirada Malva). Recientemente ha publicado el sorprendente libro de poemas en prosa "Cygnus"(2010), obra que el músico Andrés del Val ha descrito de la siguiente manera: "Arrebatadora prosa la de este gran poeta. Sorprendentes hasta los silencios y rupturas de formalismos que engranan el sentido de su lírica. Profundidad abisal al tamizar en su corazón cualquier cuadro costumbrista, torna el paisaje y lo envuelve en las sombras de su yo más oscuro. La prosa de Vicente Luengo, además de hermosa, es un anhelo, la búsqueda constante de un camino de perfección en el caos, pura entropía, pura poesía".
Se publican algunos poemas del libro Cygnus:
LLUEVE EN LA VENTANA
Llueve en la ventana. Si doy unos pasos descubro que en la calle también llueve, que afuera la gente se aprieta y circula en surcos, y me parecen células en sus canales o el tráfico lento del horizonte. Me tumbo en el suelo y miro una silla. Observo en su pata una recta empeñada en serlo, hasta que se vuelca con la misma firmeza en otra recta. Si me levanto, la lanzo con violencia contra la pared, rompiendo en pedazos sus líneas originales, creando otras, otros pequeños y enrevesados empeños. Y descubro que mi creación no viene del deseo de cambiar la vida, sino del profundo anhelo de entrar volando en ella.
MUJER O VACA
Allí en esa casa vive una mujer encerrada en siete cántaros. Entra y júntala, dice el corazón. Pero la casa sube hasta el viento y mis alas son ramas quemadas. Hoy vivo con una vaca, y mis alas parecen guadañas.
POR PINTAR EL MAL
Bajo el sol de la montaña, rodeado de águilas, te soñé con los dedos sobre el espacio en blanco. Pinté tu cuerpo, tu mirada oblicua, y por pura diversión las trenzas de hierro que te han atado durante siglos. Hijo de mis manos, apenas era un muchacho cuando te vendí como lienzo para seguir, un día más, a las mujeres del balneario. Hoy, desde el fondo de esta ciudad terrible, mis ojos electrónicos han visto tu caballo azul como una legión que emerge del lienzo del mar, oteando el horizonte nuevo, cambiándolo a cada respiración por tu niebla disolvente. Me buscas entre los leones de la playa, pero yo ya no soy un león, y éste ya no es mi sueño. Que Dios se apiade de mi alma.
CONFUNDIRTE CON EL AMOR
Cuando estaba lejos del amor éste debía ser un lugar deshabitado, un viento remoto que murmura en sueños que no llegan al alba. Más tarde, en mi travesía del desierto, divisé el amor como un prístino y pequeño jardín con una fuente que me abría sus puertas recién pintadas. Cuando al fin entré, cayeron sus vallas y los muros de granito, y su verdor se extendió entre las dunas, expandiéndose al horizonte, llenándolo todo, la vida, las ciudades, los mundos, y parecía no tener límites. Después todo se convirtió en una mierda integral igualmente ilimitada, que casi me deja seco, y de la que no voy a hablar pues fue mi error el
(c) Vicente Luengo Moraga
(c) Vicente Luengo Moraga
Madrid
imagen: Mark Rotkho
S/T (amarillo, guinda, anaranjado)
óleo sobre tela (173 x 107 cm)
Colección Rufino Tamayo
(de la muestra en la Fundación Proa)
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