Juan Rapacioli |
tapa de Dispersión |
presentación del libro Dispersión |
(Buenos Aires) Alicia Silva Rey
"Dispersión", poemario de Juan Rapacioli, fue presentado el 9 de octubre de 2015 en el Auditorio David Viñas del Museo del libro y de la lengua de la ciudad de Buenos Aires. Hablaron sobre la obra los poetas Rita Gonzalez Hesaynes, Sebakis Sagrado León y Fernando De Leonardis. La música estuvo a cargo de Matías Donatien.
"Dispersión" (Editorial Buenos Aires Poetry, 2015), cuenta con el diseño de Camila Evia, cuya belleza coincide con su eficacia de tal modo que, a medida que se va adentrando en "Dispersión", la gráfica favorece el encuentro del lector con los" inesperados hallazgos y misterios dispersos" –al decir de Gustavo Valle- que esta obra depara. Misterios y hallazgos que intentaré descifrar:
1- El texto quiere ser una especie de ensayo arbitrario. Una DISPERSIÓN / REUNIÓN de varios géneros literarios. Una propuesta de ensayo trans-genérico, podríamos decir.
2- El ritmo. La adhesión explícita a la oralidad y a lo oral como dador de sentido: "Oral como una fuente", escribió Alejandra Pizarnik. La literatura oral como fenómeno cultural antes que literario. Una manifestación colectiva. Un ágora en la que se participa desde la condición común a todos, la condición humana.
"La literatura oral – me dice JUAN durante un breve intercambio de mensajes- como una especie de energía que viaja a través del tiempo, con diversos nombres que la representan, pero que finalmente puede ser un solo nombre, un poco a la manera borgeana: esa idea de que la literatura gira sobre los mismo temas desde siempre, pero con diferentes tratamientos, procedimientos y tonos."
Y a esto se refiere su Epílogo a "Dispersión", dedicado a Sabakis. Y sobre él no agregaré nada a lo que ya dice porque es el centro de la esfera en este libro de Juan y, asimismo, su misterio; la cara oculta que se atribuye a los astros y también a los libros.
3- La etimología del término DISPERSIÓN, tal como lo detalla Mario Ortiz en el Prólogo y que es central para la constitución del carácter y los significados de este libro.
Ortiz titula su Prólogo así: "DISPERSAR / CONGREGAR". Posteriormente, agrega: "Aquí no hay sujeto de la acción." Aquí surge "algo más que una idea: un estado de la materia, una condición existencial de la que participan las cosas, los fenómenos naturales y las personas."
La dispersión: al modo de las arenas movedizas que en tanto se disgregan a su vez se reagrupan, podríamos afirmar a medida que vamos leyendo este libro. Dispersión de la infancia (como un estadío previo al advenimiento del miedo: el miedo como lo siniestro que subyace en el conocimiento silencioso de un niño). La dispersión cuando un niño, en un tren entre París y Lion es convertido por imperio de las circunstancias en un extraño para su madre y, por consiguiente, un extranjero para el mundo. La dispersión que re-úne, re-liga a través del hacerse uno con los otros de la realidad, tanto con los que detentan la palabra como con los que están desposeídos de ella. La dispersión que solo puede detenerse cuando se nombra el mundo.
4- "el instante del nacimiento, una expansión en reversa".
5- La noción de Humanidad como Museo: Repertorios o listas de cosas estratificadas y en estado de cadáver. Humanidad donde las cosas inertes constituyen museo pero, esa condición es la que ha de dar paso a la NOVEDAD como un nuevo nacimiento o "expansión en reversa".
6- Antes de seguirle los pasos a esta deriva conceptual, querría retomar unos versos del poema titulado "veo un pájaro volando", que dicen:
"el pájaro no puede ser mirado
ofrece un espectáculo impecable
una experiencia estética
apunta con el pico en bajada
hacia su izquierda
traza una curva perfecta
para extender sus alas
hacia la derecha
y perderse por un costado
del lago que cruza el parque"
7- Este ensayo que dispersa / congrega escrituras disímiles, deriva, arena movediza al fin, en Memorias: Memorias sobre la virtualidad de la vida en las sociedades occidentales, podríamos decir.
"Hay una estética de la tragedia…", se dice en "extrañas memorias de una noche en Berlín". Como en el mundo de Kafka o en la narrativa de ciertos sueños, lo que aquí puede leerse es que lo que comunica a un sujeto con otros es la voz en sus inflexiones anímicas aunque ni se entienda el idioma en que se habla ni los gestos que copian o reproducen actitudes animales.
8- "Pensar es ficcionalizar" se afirma en "Quién voy a ser ahora". Porque hay distintos repertorios en este Museo Estratificado de la Humanidad, LISTAS para VIVIR que resultan inoperantes. Pero –y aquí la deriva o dispersión inicia un movimiento hacia la novedad que el libro anuncia: hay otra lista, una que "alivia el íntimo deseo de disolverse / dispersarse en un mar de sustancias o, para los más duros, volarse la tapa de los sesos":
"A saber:
El circo volador de los Monty Pithon,
La odisea espacial de Stanley Kubrick (y su versión glam),
La soledad perfecta de Zarathustra,
Las Gymnopédies,
La filmografía de Woody Allen y, copiándolo a él,
La de Groucho Marx,
La buena hierba,
Los procedimientos borgeanos,
Las Madres de la invención,
La posibilidad de comunicarse,
Y, como diría Bukowski en alguna traducción española,
‘el sabor de un buen chochito"
9- ¿Cómo se sale del laberinto de una memoria ficcionalizante?
Se sale con "Las Madres (con mayúscula) de la invención", entre otros recursos enunciados en esa lista. Pero me afinco en éste porque antes mi lazo de lectura se engarzó en el aspecto que denomino "Dios / Madre", eje y centro, desde mi punto de vista, del libro "Dispersión":
" una esfera espantosa
con su centro
en todas partes
y su circunferencia
en ninguna" .
(También diría que de ese laberinto se sale por medio de la Canción: no dejaré de mencionar "Salir de China" que puede leerse como una canción donde se retoma el asunto o motivo de la Fuga de lo amado y de su pérdida y la consecuente recaída en el mundo de los repertorios no aptos para extranjeros ni migrantes: los niños, por ejemplo).
(c) Alicia Silva Rey
Buenos Aires
Sobre el autor
Juan Rapacioli (Buenos Aires, 1987). Publicó: "La estratagema de la libélula", cuentos, 2009. Trabaja en la sección cultural de la Agencia de Noticias Télam. Escribe en el Blog el impostor inverosímil (elombligopermanente.blogspot.com.ar).
Alicia Silva Rey nació en Quilmes, provincia de Buenos Aires, en 1950.Es docente de enseñanza primaria (maestra y bibliotecaria escolar). Escribió: La mujercita del espejo (1985); Fragmento de correspondencias (1996-2003); Partes del campo (1998); Orillos (2006). Publicó La solitudine (Bs. As., CILC, 2009) y (circa), Bs. As., Años Luz, 2014.
Colaboró con Gustavo Fontán en el guión de su película La madre (2010). Escribe en del Sur, agenda cultural de Quilmes, que dirige Sonia Otamendi y colabora en "Revista Archivos del Sur", que dirige y edita en la web, Araceli Otamendi.
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