(Buenos Aires)
Por primera vez se publica en la revista un poema del galardonado poeta español Francisco Brines. En el año 2020 le fue otorgado el Premio Cervantes.
Me costó mucho encontrar un libro del poeta en la ciudad de Buenos Aires, recorrí numerosas librerías, a otras consulté por teléfono o vía internet.
Finalmente encontré una Antología personal publicada por Visor libros, de la que publico aquí el poema Mis tres fauces. Próximamente publicaré una nota ampliando los comentarios sobre la obra del poeta.
Mis tres fauces
El perro aquél aulló varios veranos
siempre solo en la casa abandonada.
Aún sigue su terror en mis oídos,
dentro
de mi aúllan
(con
el miedo de Cristo abandonado
en
el viejo olivar)
las
fauces de aquel perro, tan sediento
de
alguna compañía,
en
aquel cielo azul que se apagaba
por
entre las palmeras y naranjos
donde
mi juventud
se
miraba en el mundo.
Yo soy ahora el perro, que aún no ha
muerto,
y
soy también el miedo de Cristo abandonado
en
el viejo olivar,
bajo
los astros fríos.
Mis
tres fauces:
del
animal que soy,
de
Dios (que me abandona)
y
estos restos de espíritu y de carne
que
se muerden.
©
Francisco Brines
Antología
personal
Visor libros
Francisco Brines Bañó (Oliva, Valencia, 22 de enero de 1932 - Gandía,
Valencia, 20 de mayo de 2021). Poeta español.
Su
primer libro, Las brasas, apareció en 1959 y con él ganó el Premio Adonais.
Seguidamente publicó Palabras en la oscuridad (1966) que le mereció el galardón
con el Premio Nacional de la Crítica. En 1987, recibe el Premio Nacional de
Literatura por El otoño de las rosas (1986), uno de sus libros más conocidos y
populares, integrado por sesenta poemas escritos a lo largo de diez años. En
1998 recibió el Premio Fastenrath que otorga la Real Academia Española por su
obra La última costa (1995), una obra melancólica en la que el poeta recuerda
su infancia, desde una orilla apartada, ante la inminencia de un último viaje.
En 1999 recibe el Premio Nacional de las Letras Españolas por el conjunto de su
obra poética. En abril de 2000 fue elegido miembro de la Real Academia Española
de la Lengua y, a partir del 19 de abril de 2001, ocupa el sillón ‘x’ en
sustitución del fallecido dramaturgo Antonio Buero Vallejo
El
poeta valenciano fue también investido Doctor “Honoris Causa” en el acto
académico de apertura del nuevo curso 2001-2002 de la Universidad Politécnica
de Valencia. En abril del 2010, recibió el Premio Reina Sofía de Poesía
Iberoamericana que reconoce la aportación literaria relevante al patrimonio
cultural común de Iberoamérica y España, realizada por un autor vivo. En la
final se impuso a candidatos tan ilustres como Carlos Edmundo de Ory, Julia
Uceda y María Victoria Atencia.
La
poesía de Brines se caracteriza por el tono hondamente elegíaco de sus versos.
Los dos polos entre los que se mueve toda su poesía son, por un lado, el
colorido de su tierra natal y el lirismo encendido, y, por otro, los tonos
sensitivos y una visión melancólica de la belleza. El tema capital de la poesía
de Brines es el paso del tiempo, la decadencia de todo lo vivo, la degradada
condición del ser humano sometido a sus limitaciones. El escritor Jaime Siles,
miembro del jurado del Premio Reina Sofía, definió al ganador como “un gran
poeta metafísico”, alguna de cuyas obras, como El otoño de las rosas (1986),
constituye “una de las cimas” de la poesía española de la segunda mitad del
siglo XX.
Es
el fundador y presidente de la Fundación Francisco Brines, creada en 2019. El
objetivo de esta institución es preservar el legado literario y artístico del
poeta, así como fomentar el reconocimiento de nuevas voces en el campo de la
poesía, a través de los premios anuales: el Premio Francisco Brines, en lengua
castellana, y el Premi l'Elca, en catalán.
En
noviembre de 2020, Francisco Brines es galardonado con el Premio de Literatura
en lengua castellana "Miguel de Cervantes".
El
autor, que recogió el premio de manos de los Reyes en Oliva, era el único
superviviente de la Generación del 50. Falleció en Gandía el 20 de mayo de
2021.