De La Ética demostrada según el orden poético
(Ediciones La Cebra, 2011)
(Ediciones La Cebra, 2011)
foto: Liliana Lukin (archivo)
Demostración
(habla Baruch de Spinoza)
Sueño con una puerta:
armo mi cerrojo
como una llave.
Como en todos los
bellos sueños humanos,
la puerta da a un jardín.
Pero mi llave abre hacia
adentro, donde solo
hay sombra, perfume y rumor
de hojas y de viento.
Yo que he sido
echado, expuesto, amo el resto
de luz que hace posible
ver el jardín donde no
hay un jardín: amo
mi arrojo, mi cerrojo,
el peligro del texto
concebido.
Escolio:
Sueño con pertenecer. Yo,
que nada tengo, a quien nada
pertenece, he sido arrojado.
Amo mi arrojo,
ese acto contra mí
ha hecho de mí lo que soy:
un artífice
que documenta la visión:
un revelador y un
rebelado.
Sueño con ser
recibido,
que mi madre
tome mi rostro entre
sus manos y no pueda
dejar de llorar.
Sueño con perder
el miedo como se pierde
el amor: practicando
su falta.
Sueño con volver
al regazo aún atroz
del mundo,
con los libros que he
escrito, carne de mi carne,
dentro
del saco, como
almohada:
Yo, que he sido
puesto fuera, temido y
desoído y siempre a punto
de caer, cuelgo
del hilo de mi razón
como de la cuerda
el ahorcado:
soy mi razón y mi cuerda.
Sueño con dejar
palabras en el oído
de un niño: quién
podrá decir que no
dije lo que pensaba y
amé y entregué y cuidé
mi pensamiento
como un padre ?
Sueño con una puerta:
armo mi cerrojo
como una llave.
Como en todos los
bellos sueños humanos,
la puerta da a un jardín.
Pero mi llave abre hacia
adentro, donde solo hay
sombra, perfume y rumor
de hojas y de viento.
Yo que he sido
echado, expuesto, amo el resto
de luz que hace posible
ver el jardín donde no
hay un jardín: amo mi arrojo,
mi cerrojo, el texto
en el peligro
concebido.
IV
Con una marca de tinta
señalo las puertas
de los sueños no cumplidos:
años de tinta, tiza, carbón,
años de sueños señalados.
Cuando duerma
otra vez, las ideas bailarán
alrededor de una mesa
la danza de los apenas
satisfechos.
Al despertar abriré,
apenas tocando, lo marcado
y gritará: una rajadura
basta para entrar
al paisaje de lo incompleto.
Y estaré cansado,
no como quien trabaja
en un sueño,
no como quien insiste
dibujando detalles de un tapiz
para no corromperse
en lo quieto de haber visto,
sino agobiado,
como quien pone los platos
que faltaban
en una mesa interminable
y no tiene platos
ni pan,
sólo puertas.
V
Si lograra dormir,
profusas imágenes en movimiento
darían plenitud
a la cosa soñada.
Como una mesa sucia
donde han comido los amigos
la escena se expandiría
hacia los bordes: todo mesa,
todo sucio de haber saciado,
todo mantel el mundo.
Pero estoy despierto
y los niños me miran
porque canto, lloro,
bailo en círculos cada vez
más grandes
e inmerso en la pena
entro en la oscuridad.
VI
Sueño con voluntad:
mis sueños como una maqueta
de vidas por armar,
diseñados con materias probables,
equilibrios frágiles y torpes,
razones intercambiables.
Planos de planta,
dibujitos habitables
por los excesos y
la precariedad: telas,
vidrio, papel,
generosidades, honestidad,
obstinación.
En mis sueños,
toda vida así construída
encuentra su arquitecto
y su felicidad.
(c) Liliana Lukin
(habla Baruch de Spinoza)
Sueño con una puerta:
armo mi cerrojo
como una llave.
Como en todos los
bellos sueños humanos,
la puerta da a un jardín.
Pero mi llave abre hacia
adentro, donde solo
hay sombra, perfume y rumor
de hojas y de viento.
Yo que he sido
echado, expuesto, amo el resto
de luz que hace posible
ver el jardín donde no
hay un jardín: amo
mi arrojo, mi cerrojo,
el peligro del texto
concebido.
Escolio:
Sueño con pertenecer. Yo,
que nada tengo, a quien nada
pertenece, he sido arrojado.
Amo mi arrojo,
ese acto contra mí
ha hecho de mí lo que soy:
un artífice
que documenta la visión:
un revelador y un
rebelado.
Sueño con ser
recibido,
que mi madre
tome mi rostro entre
sus manos y no pueda
dejar de llorar.
Sueño con perder
el miedo como se pierde
el amor: practicando
su falta.
Sueño con volver
al regazo aún atroz
del mundo,
con los libros que he
escrito, carne de mi carne,
dentro
del saco, como
almohada:
Yo, que he sido
puesto fuera, temido y
desoído y siempre a punto
de caer, cuelgo
del hilo de mi razón
como de la cuerda
el ahorcado:
soy mi razón y mi cuerda.
Sueño con dejar
palabras en el oído
de un niño: quién
podrá decir que no
dije lo que pensaba y
amé y entregué y cuidé
mi pensamiento
como un padre ?
Sueño con una puerta:
armo mi cerrojo
como una llave.
Como en todos los
bellos sueños humanos,
la puerta da a un jardín.
Pero mi llave abre hacia
adentro, donde solo hay
sombra, perfume y rumor
de hojas y de viento.
Yo que he sido
echado, expuesto, amo el resto
de luz que hace posible
ver el jardín donde no
hay un jardín: amo mi arrojo,
mi cerrojo, el texto
en el peligro
concebido.
IV
Con una marca de tinta
señalo las puertas
de los sueños no cumplidos:
años de tinta, tiza, carbón,
años de sueños señalados.
Cuando duerma
otra vez, las ideas bailarán
alrededor de una mesa
la danza de los apenas
satisfechos.
Al despertar abriré,
apenas tocando, lo marcado
y gritará: una rajadura
basta para entrar
al paisaje de lo incompleto.
Y estaré cansado,
no como quien trabaja
en un sueño,
no como quien insiste
dibujando detalles de un tapiz
para no corromperse
en lo quieto de haber visto,
sino agobiado,
como quien pone los platos
que faltaban
en una mesa interminable
y no tiene platos
ni pan,
sólo puertas.
V
Si lograra dormir,
profusas imágenes en movimiento
darían plenitud
a la cosa soñada.
Como una mesa sucia
donde han comido los amigos
la escena se expandiría
hacia los bordes: todo mesa,
todo sucio de haber saciado,
todo mantel el mundo.
Pero estoy despierto
y los niños me miran
porque canto, lloro,
bailo en círculos cada vez
más grandes
e inmerso en la pena
entro en la oscuridad.
VI
Sueño con voluntad:
mis sueños como una maqueta
de vidas por armar,
diseñados con materias probables,
equilibrios frágiles y torpes,
razones intercambiables.
Planos de planta,
dibujitos habitables
por los excesos y
la precariedad: telas,
vidrio, papel,
generosidades, honestidad,
obstinación.
En mis sueños,
toda vida así construída
encuentra su arquitecto
y su felicidad.
(c) Liliana Lukin
Buenos Aires
Acerca de Liliana Lukin:
Liliana Lukin nació en Bs. As., en 1951. Publicó los libros de poesía: Abracadabra , Ed. Plus Ultra, Bs.As.,1978; Malasartes , Ed.Galerna, Bs.As., 1981, Descomposición , Ediciones de la Flor, Bs.As.,1986; Cortar por lo Sano, Ediciones Culturales Argentinas, Bs.As., 1987; Carne de Tesoro, Editorial Sudamericana, Bs.As, 1990; Cartas , Ediciones de la Flor, Bs.As., 1992; Las preguntas, Ediciones de la Flor , Bs.As., 1998; retórica erótica , Ediciones Asunto Impreso, Bs.As., 2002; Construcción comparativa, Alción Editora, Córdoba, 2003; Teatro de Operaciones. Anatomía y Literatura, Ediciones en Danza, Bs.As., 2007; Obra reunida.1978-2008, Ed. del Dock, Bs.As., 2009; Libro de buen amor, CILC Ediciones, Bs.As. 2010 y La Etica de Spinoza, Ediciones La Cebra, Bs.As., 2011.
Recibió entre otros el Primer Premio ECA, Sría. de Cultura de la Nación, 1985, Mención Especial en los Premios Nacionales de Literatura 87/88, Sría. de Cultura de la Nación, Premio Fundación Antorchas, 1989 y la Beca del Fondo Nacional de las Artes, 1997.
Su obra está incluida, entre otras, en: La nueva poesía argentina, por Leopoldo Castilla, Ed. Hiperión, España, 1987; Coloquios del Oficio Mayor, por M.A. Zapata, revista INTI, Brown University, 1987/88, EEUU; Poesía Hispanoamericana: territorio actual, por Julio Ortega, Ed. Pequeña Venecia, Caracas, 1993; Se miran, se presienten, se desean: el erotismo en la poesía argentina, por Rodolfo Alonso, Ed. Ameghino, Bs.As., 1997; Poesía argentina 2000, Cuadernos del Matadero, dirigidos por David Viñas, U.B.A., Bs.As., 1999; Argentina Fin de Siglo, por Rodolfo Privitera, revista INTI, Brown University, EEUU, 2001; Erótica argentina, por Daniel Muxica, Ed. Manantial, Bs.As. 2001; Poetas argentinas (1940-1960), por Irene Gruss, Ed. del Dock, Bs.As. 2006 y 200 años de poesía argentina, Ed. Alfaguara, por Jorge Monteleone, Bs.As. 2010.
Sus textos han sido traducidos al francés, alemán, portugués y catalán, y publicados en medios del país y del exterior desde 1975. Ha participado en lecturas y festivales de poesía, invitada por instituciones del país y del exterior.
Durante 1988/89 fue Asesora Literaria del Centro Cultural Gral. San Martín, organizó el Foro de Literatura Contemporánea y el Primer Foro de Cine Argentino. Desde 1988 hasta 2001 organizó para Clarín XIII Encuentros de Escritores, y editó los correspondientes “Cuadernos de Narrativa Argentina”, con los que realizó más de 100 talleres de crítica literaria y promoción de la lectura y viajó en 1991 a 9 Universidades de EEUU invitada con ese material. Coordinó desde 1978 a 1989 talleres de escritura, realizó performances integrando la literatura a otras artes desde 1984, y entre 2003 y 2005 fundó Centroimargen, un centro cultural donde fue curadora.
En 2009 y 2010 fue invitada a dar Seminarios sobre “Representación del cuerpo en la tortura y represión en la narrativa argentina 1960-2000” en la Universidad Hebrea de Jerusalén y en la Universidad Autónoma de Barcelona, respectivamente y en 2011 viajó con un grupo de poetas a Francia invitada por la Universidad de Poitiers y la Embajada Argentina en París.
Egresada de Letras de la U.B.A., es docente en Crítica de Artes del IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte), donde organiza desde 2007 las “Jornadas Cuerpos Argentinos”, y desde 2005 coordina la Clínica de escritura poética de la Biblioteca Nacional de Argentina.
Su trabajo sobre estos temas pueden consultarse, al igual que sus ensayos, compilaciones y curadurías literarias, en su sitio web: www.lilianalukin.com.ar
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