lunes, abril 20

Paulina Juszko



Lances en la capilla de las canossianas


Ton souvenir en moi luit comme un ostensoir!


Charles Baudelaire, Les fleurs du mal

Mínima blancura / pureza máxima irradiando solar en medio de la penumbra

engarce de oro para tanto albor

y en medio del silencio un perfume de claveles / azucenas / nardos

(cuando todavía perfumaban

cuando aún bodelerianas las flores se evaporaban cual incensarios).

Y en medio de la soledad presencias misteriosas frecuentando la ausencia

identidades ambiguas

(porque no era la misma hostia de los recortes guardados en los bolsillos para jugar

a la comunión

o las “cercenaduras” que el sacristán le regalaría mucho más tarde a su Cristinica

era lo mismo y no

de pronto no: Él la habitaba).

Y en medio de los rezos fijaba la vista en la custodia

sin pestañear

seguramente vería su rostro

(porque ella era buena / tenía fe / podía compararse sin desmedro a cualquier santo)

¿por qué a mí no?

¿por qué a mí no?

Y en medio de la adoración un duelo sin cuartel

estábamos enfrentados en la penumbra / en la soledad y el silencio / entre rezos

musitados

mis ojos te atravesaban con dardos de súplica.

Y en medio del mareo / de la náusea nacían serpientes que se deslizaban sobre los

reclinatorios:

la Frustración de cabeza gacha y ojos llenos de lágrimas

el Resentimiento áspid agresivo de mirada llameante y corazón insatisfecho

la Envidia enroscada sobre sí misma y mostrando su silbante lengua

la Soberbia reptil de belleza incomparable

las cuatro serpientes capitales tomando posesión de su presa.



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Hay noches en que

como los recolectores que descubren

diamantes perdidos en la basura

milagrosamente

entre los restos de mí misma

encuentro una chispa de vida.

La veo brillar

empecinada y absurda

en un revoltijo heterogéneo.

En medio de la podredumbre

de los abortos

de las sobras

lanza resplandores insólitos

llenos de gracia.

Es una sobreviviente

una náufraga

¿cómo ha podido abordar estas playas...?


(c) Paulina Juszko




imagen: Eugenio Daneri, sin título (de la muestra La mirada desde la sombra, Museo de Bellas Artes de La Boca Benito Quinquela Martín)

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